La Xunta y el Concello de Betanzos firmaron en julio de 2016, dos meses antes de las elecciones autonómicas, un convenio de colaboración para mejorar la planta de tratamiento de agua potable en Betanzos y erradicar los periódicos episodios de turbidez. Casi cuatro años después de suscribir este acuerdo y a punto de finalizar el mandato autonómico, el organismo Augas de Galicia sigue sin licitar las obras, que las dos administraciones consideran imprescindibles para mejorar el abastecimiento y que se financian con cargo a los fondos europeos para el desarrollo rural 2014-2020.

Los trabajos estaban valorados inicialmente en un millón de euros. El convenio inicial fijaba cuatro anualidades: 50.000 euros en 2016, 300.0000 euros en 2017, 300.000 euros en 2018 y 350.000 euros en 2019. A lo largo de los últimos años, las dos administraciones fijaron distintos plazos para comenzar las obras que no se cumplieron y, en febrero de 2019, a punto de finalizar la vigencia del acuerdo, aprobaron una modificación del convenio para ampliar los plazos de las obras hasta el presente año 2020. El Ejecutivo gallego reservaba el mayor desembolso para el ejercicio en curso: 904.685 euros.

Los retrasos en ejecutar esta obra, que el Concello considera vital para evitar los episodios de turbidez y garantizar un correcto servicio de abastecimiento, propiciaron más de una queja, en especial desde las bancadas del BNG. En febrero de 2019, tras mantener una reunión con responsables de Augas de Galicia, el Ejecutivo local trasladó el compromiso autonómico de empezar las obras en 2019.

Los plazos no se cumplieron y, a finales del pasado año, el Concello y Augas de Galicia firmaron una segunda modificación del convenio para elevar el presupuesto de los trabajos a 1.205.000 euros. El Concello aceptó a enmendar el acuerdo inicial y asumir el pago de los 205.000 euros a mayores al entender que se trataba de una obra "prioritaria" que había que "desbloquear".

La Xunta encara la recta final del mandato y el organismo autonómico Augas de Galicia sigue sin difundir la licitación del contrato en la plataforma de contratación.

Las obras pendientes incluyen mejoras en el tratamiento físico-químico de la planta y en la capacidad de depuración para incrementar la capacidad de regulación, sobre todo en temporadas de intensas lluvias. Se trata de una actuación muy demandada para evitar los episodios de turbidez que se registran todos los años. El origen está en los lodos que arrastra el río cuando se producen lluvias intensas.