El polígono de Sabón ha vivido una importante transformación en los últimos diez años con la pérdida de iconos tan destacados como la chimenea de 200 metros de la central de Naturgy, símbolo de la industrialización del municipio, y la fábrica de la Schweppes, en el epicentro del parque empresarial. Esto ha supuesto un cambio de aspecto considerable después de decenios. El recinto de Emesa también ha desaparecido completamente e incluso el letrero de la entrada de Inditex, que ha sido fotografiado en infinidad de veces, ya no está.

La implantación de usos comerciales y la expansión de la sede de la multinacional textil han sido los principales motores de esta conversión en Sabón, que poco a poco pierde ese aspecto industrial.

Naturgy inició en 2017 el derribo de la gran chimenea de la central térmica, con una altura de 200 metros. Tardó más de dos años en completarlos. Lo hizo el pasado otoño, cuando la estructura quedó reducida a escombros completamente. La chimenea había empezado a funcionar en el año 1975. La empresa desmanteló esta imponente estructura porque no tenía uso desde el año 2008. La central dispone de un nuevo ciclo combinado que funciona con gas natural, con lo que dejó de utilizar el fuel como combustible. La chimenea se quedó sin función.

La demolición de la nave que acogió la fábrica de la Schweppes, en el corazón de Sabón, empezó en el verano de 2016. Desde entonces la parcela está vacía, a la espera de que sus propietarios obtengan los permisos para desarrollar usos comerciales. La embotelladora se instaló en el polígono de Sabón en el año 1974 y llegó a tener 150 trabajadores.

En el solar de la Schweppes, está prevista la implantación de un hipermercado de Mercadona y edificios de oficinas, además de locales de restauración, una estación de servicio y un recinto hotelero.

Inditex es la locomotora que tira del polígono. En los últimos años ha llevado a cabo una expansión de su sede central en los solares colindantes. Fruto de esto, la empresa, dedicada a los derivados de acero, adquirió las instalaciones de Emesa Trefilería en 2014. Lo que era una nave industrial ha pasado a ser un bosque autóctono y un nuevo acceso. Al lado, está en contrucción un nuevo aparcamiento que tendrá una cubierta con placas fotovoltaicas para la producción de electricidad.

Los cambios en el polígono también han afectado a una de las imágenes más conocidas: la entrada principal a la sede de Inditex, con las letras de la compañía inscritas en uno de los muros, que han salido en numerosísimas ocasiones publicadas en los periódicos. La ampliación que la firma textil ha ejecutado se llevó por delante este icónico letrero.