El Balneario de Arteixo es uno de los elementos más importantes que ha tenido el municipio en su historia. El Gobierno local anunció ayer que ya ha puesto en marcha los trámites necesarios para adquirir este recinto, que se encuentra situado en el epicentro de la capital municipal y actualmente está en manos privadas. El coste de la operación, que todavía no se ha hecho público, será sufragado íntegramente por la Fundación Amancio Ortega. El inmueble será destinado a usos sociales y culturales.

El alcalde, Carlos Calvelo, explicó que los propietarios del recinto, en el que se incluye también la capilla que hay en la plaza, firmaron ante notario "una propuesta de venta" y que la operación de compra ya está en marcha. Para ello es necesario realizar una "licitación". El regidor, además, indicó que el inmueble podría ser destinado a "ludoteca, aula de estudio o biblioteca", aunque no descarta otras posibilidades. La venta incluye los derechos sobre el uso del agua que tiene el balneario.

Una vez se formalice esta compra, el Gobierno local realizará un proyecto de reforma y adecuación de los espacios de la instalación para que puedan ser "utilizados y aprovechados por los ciudadanos". "La idea que sustenta este proyecto es que el uso del nuevo equipamiento tenga un carácter intergeneracional, y pueda redundar en el beneficio de personas de todas las edades", aseguró el Ejecutivo.

El Balneario de Arteixo es un complejo de edificios cuya creación se remonta a mediados del siglo XVIII. "Es un elemento fundamental en la historia del municipio", afirmó el Ejecutivo municipal.

En la misma zona se encuentran los edificios de la residencia de mayores, centro de día y la escuela infantil, que fueron construidos por la Fundación Amancio Ortega y que posteriormente fueron cedidos a la Xunta para que los gestionase.

El alcade señaló que una vez se construyeron estos últimos inmuebles, que están destinados a los más pequeños y mayores, era necesario otro equipamiento para el resto de franjas de edades.

El historiador Xabier Maceiras, autor del libro Crónicas de Arteixo, relató que con el paso de los años el balneario, junto con el de Carballo, era el único termal reconocido en toda la provincia de A Coruña y que "se convertiría en un centro de gran actividad social y marco de hechos históricos de cierta importancia como el protagonizado a primeros del siglo XIX por el general Juan Díaz Porlier".

El militar, que defendía la Constitución de 1812, se encontraba preso en el castillo de San Antón, en A Coruña, y solicitó un permiso para pasar en unos días de descanso en los Baños de Arteixo por motivos de salud y posteriormente en el pazo de Villariza, Pastoriza. En estos lugares preparó el levantamiento de 1815 contra el Gobierno absolutista de Fernando VII, aunque fracasó.

El plan de Porlier para realizar el pronunciamiento falló en su marcha a Santiago de Compostela, ya que fue apresado en Ordes. Fracasado el golpe, llegaron las represalias. Porlier fue ahorcado en A Coruña el 3 de octubre en el Campo de la Horca, hoy conocido como plaza de España. Su colaborador en Arteixo, Andrés Rojo del Cañizal propietario del pazo de Villariza, fue condenado a muerte, pero logró huir a Inglaterra.