La capilla de la plaza del Balneario, en pleno corazón de Arteixo, esconde una historia que estaba a plena vista y que hasta ahora no se conocía. La campana que está en lo alto de la estructura procede de un barco británico, el Hebburn Hall 1871, que naufragó en la costa de Baldaio, en Carballo, hace casi siglo y medio. Este descubrimiento lo ha realizado el historiador Xabier Maceiras, que un día se encontraba "paseando" y pudo ver las inscripciones que hay en la campana.

¿Cómo pudo llegar allí esta pieza? Maceiras asegura que es "muy difícil" conocerlo, pero su teoría es que el buque fue desguazado tras encallar en el litoral en 1873 y que desde allí pudo llegar hasta Arteixo. La casualidad quiso que este historiador ya había escrito sobre este barco en el libro Contos mariños de Carballo. Este era un moderno navío británico de 846 toneladas que fue construido en el año 1871 por la Palmers Shipbuilding and Iron Company Limited, una empresa del noroeste de Inglaterra. Naufragó en octubre de 1873 en Baldaio, según relata Xabier Maceiras. Allí acudieron los chatarreros, que lo desguazaron. Desde allí realizó un viaje hasta la capilla del Balneario.

Este historiador relata que un día se encontraba "paseando" las letras salían "reflejadas" y pudo verlas. Después, pidió a su compañero en múltiples proyectos, Fran Naveira, que le hiciese una fotografía con zoom para comprobar con detalle qué había escrito. Resultó que pone Hebburn-Hall 1871. A Maceiras le sonaba el nombre y descubrió que era un buque. Ahí estaba la historia delante de todo el mundo, en lo alto de la capilla que está en el centro de la capital municipal, sin que nadie se hubiera percatado.

La campana está situada en la capilla, una edificación que tiene dos siglos de antigüedad. Actualmente se encuentra completamente tapiada tras muchos años de abandono. Este historiador arteixán señala que hubo actividad en este inmueble hasta la década de 1990. Su teoría es que la construcción de la "iglesia nueva" de Arteixo propició que se dejase de utilizar el edificio del balneario. Antes los vecinos debían desplazarse hasta la iglesia vieja, en la zona próxima a A Baiuca.

El futuro de esta edificación pasa ahora por el Concello, que en los próximos días se convertirá en su propietario, ya que se incluye dentro de la operación de compra del balneario.