Más allá de que sea legal o no, de que sea útil o no, el enorme impacto visual de este ejemplo de feísmo causa estupor. Una tubería, supuestamente de recogida de aguas pluviales, sale de un edificio y salta al de enfrente, salvando la distancia aérea apoyada en una barra de hierro colocada en su lateral. La instalación de esta barra, además, puede ser la causa de los daños en la parte inferior del balcón de uno de los pisos, donde saltó el cemento, está a punto de caer un trozo de escombro y además se abrió una grieta todo a lo largo. Lo de si no lo veo no lo creo se hace realidad en la calle Curro de Miño.

"Aprovecharon que estuve fuera de Miño para operarme para hacer esto. Como saben que soy sola y mayor, aprovechan. Fui al Ayuntamiento a pedir explicaciones y me dijeron que no tenía permiso para hacer esto, pero no van a hacer nada", explicaba ayer esta vecina, Fina, que vive en el número 6 de la calle Curro y a la que la tubería le pasa por su fachada

Estudiar la situación

El Ayuntamiento de Miño explicó ayer que el propietario de viviendas en uno de los edificios solicitó licencia municipal "hace tres años, en 2017" pero la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta emitió un informe en contra, desautorizando la instalación de esta tubería porque el Camino Inglés de Santiago pasa en parte por esta zona.

El Ejecutivo municipal de Miño también aseguró a este diario que va a estudiar toda la situación y "tomará medidas" al respecto, visto que no tiene permiso de la Xunta.