Hace ahora dos meses el Servicio Municipal de Emergencias (SEM) de Oleirosno tenía un minuto de descanso entre achicar bajos de viviendas y retirar árboles de la calzada, con hasta 16 alertas en una tarde, efectos de temporales como Elsa o Fabien. Desde que se declaró el estado de alarma han tenido hasta dos días seguidos sin una sola llamada de vecinos. "Yo llevo tres o cuatro turnos sin tener una sola salida. Recuerdo un corte de un árbol hace una semana, y hubo accidente pequeño esta semana. Algo parecido ocurrió tras la crisis económica, en 2011 y 2012. Pasamos de tener una o dos salidas diarias por accidentes de tráfico y llamadas continuas a muchísimo menos cuando llegó la crisis. Pero esto es mucho más, nunca habíamos vivido algo así", explicó uno de los tres efectivos del turno de ayer de Emergencias, que prefiere quedar en el anonimato.

El Servicio de Emergencias de Oleiros es municipal pero ahora mismo su autoridad no es el Ayuntamiento sino el Estado. "Con el decreto del Gobierno se nos ha adscrito al Ministerio del Interior, ya no dependemos del Concello. Nuestras instrucciones son estar en el parque preparados para cualquier llamada. El trabajo en la calle lo están realizando Policía Local y Guardia Civil de Oleiros, que están todo el día de patrulla", indicó el coordinador de Emergencias, Juan Suárez.

La enorme bajada del tráfico en carretera y el confinamiento de los vecinos en sus casas ha hecho reducir las emergencias y accidentes al mínimo. Sin embargo, la actividad en el parque en Iñás no se ha detenido. Con medidas de precaución ellos mismos también, como guardar una distancia de seguridad respecto al compañero y utilizar cada uno sus tazas de café, por ejemplo, se mantienen los turnos habituales, con tres efectivos de 08.00 a 22.00 horas en base, y por la noche, localizados y listos para cualquier emergencia.

La vida en el parque de Iñás donde está la base tiene rutinas que hay que atender. Al llegar por la mañana, cada uno revisa sus equipos personales y después los vehículos. Luego toca limpieza y mantenimiento. A continuación, trabajos por secciones: vestuario, material de intervención, sanitario, comunicaciones. Realizar presupuestos de material necesario.

Por la tarde, hacer informes y un poco de formación (prácticas de incendios, excarcelación...). Tienen una hora al final de la jornada de mantenimiento físico. Luego, recoger todo y hacer el informe del día. En medio, entre las dos y las tres, tienen la comida. Unos llevan túper y otros cocinan. Ayer dos prepararon lo que llaman "comida de supervivencia", como "lentejas de bote con atún y palitos de cangrejo", cuenta uno de estos agentes. Todos mantienen el ánimo y llevan bien estar confinados en el parque o en casa. "Tienes tele, luz, agua, comida. Se aguanta bien", dicen.

Emergencias además de estar listos para rescatar, asistir y proteger, también se autoprotege. Tienen mascarillas, gafas y trajes de protección personal. Pero además también limpian todo el material, equipos, ropa y las propias dependencias. "Estamos desinfectando continuamente, cada vez que volvemos de una intervención. Usamos gel hidroalcohólico y desinfectante aéreo y de contacto", precisó Juan Suárez.

Emergencias se creó en 2007 y desde entonces el Concello lo ha ido reforzando con nuevos equipos, herramientas y vehículos, una nueva sede de mayores dimensiones, en Iñás, y una ampliación de plantilla: eran siete agentes, un coordinador y un administrativo y el Ayuntamiento en 2018 sacó cinco plazas de la Oferta de Empleo Público.