Puede decirse que es una de las pocas personas con las que mantienen un contacto diario numerosas familias en el rural de Betanzos. Todas las mañanas, entre las 07.45 y las 14.00 horas, Óscar Masoliver lleva un poco de alegría a los hogares durante el estado de alarma. Su receta, sencilla, solo harina, agua y sal, hace un poco más fácil el confinamiento.

"La gente no quiere salir de casa y se ha notado un repunte, hay muchas más entregas de pan a domicilio", explica este empleado de 43 años de la panadería La Ribera, que recorre a diario los municipios de Betanzos, Coirós u Oza-Cesuras, entre otros.

No solo han aumentado los pedidos. También ha recibido encargos que se salen de lo habitual. "En una casa nos pidieron cinco kilos de harinas", comenta entre risas. Y es que en tiempos de confinamiento más de uno aprovecha para "hacer bizcochos, gallegas... para entretenerse", explica risueño. Él, dice, cumple las medidas de seguridad a rajatabla y anima a todos a hacer lo propio y, sobre todo, a "quedarse en casa".