Una botella de agua, un escalón o una toalla pueden servir para reconvertir en gimnasio el salón de casa. Y así adaptan en Abegondo sus clases de crossfit los casi treinta usuarios de estas sesiones, que ahora el profesor, Pablo Torreiro, imparte a través de fotos e indicaciones enviadas por WhatsApp. El Ayuntamiento abegondés encargó a la empresa concesionaria, Serviplus, que buscase modos para continuar con las actividades deportivas y culturales a distancia, de forma que los vecinos puedan realizarlas desde sus domicilios y respetar el confinamiento ordenado con el estado de alarma por el coronavirus.

"Preparo sesiones, les mando las pistas musicales y dibujos o fotos y, como muchos ya reconocen los ejercicios, los hacen en sus casas. Y les resuelvo cualquier duda o aclaración", explica el profesor de crossfit. Torreiro aclara que se optó por esta fórmula y no por las clases online dado que no todos los usuarios disponen de una conexión a internet que les permita seguir las clases en directo por la Red.

El profesor plantea los ejercicios "en función de lo que tengan". "Por ejemplo, para ejercicios de abdominales que hacen con el fitball, les propongo que usen toallas", cuenta. Las rutinas que sugiere a sus alumnos también tienen en cuenta el espacio del que se dispone en los hogares. "Aunque yo estoy más limitado que ellos, ya que la mayoría viven en casas y yo, en un piso en O Temple", comenta divertido.

De Abegondo son sus padres, y con las garrafas en las que suele traer agua de allí también propone ejercicios. "Uso una de seis litros y otra de ocho. A los usuarios les propongo realizar algunos ejercicios con botellas de agua", detalla.

Una baraja de cartas ha servido también para hacer más amenas las clases. "Según la carta que les salga, tienen que hacer un ejercicio o otro. Como cuando hay clase y no saben qué toca", cuenta.