El Ayuntamiento de A Coruña cerró el año 2019 con 15,53 millones de euros en facturas pendientes de pago que no se incorporaron a la contabilidad presupuestaria, las denominadas facturas en el cajón, un mecanismo legal que permite alargar los plazos de abono a proveedores sin que corra el tiempo máximo de 30 días. Es lo que el Ministerio de Hacienda denomina Cuenta 413. Acaba de publicar los datos del cuatro trimestre del pasado ejercicio y muestra que A Coruña quedó entre los primeros puestos de España, concretamente en el número 11, en cuanto al volumen de dinero en facturas guardadas, solo superado por concellos como Parla (193,1 millones), Torremolinos (66,9), Madrid (52,2), Marbella (22,8) o Badalona (20,8).

La cifra resulta notable si se compara con el segundo municipio de Galicia con mayor número de facturas en el cajón, Santiago con 3,4 millones. Y contrasta aún más con el solo medio millón, 559.504 euros, de Vigo.

En la comarca coruñesa estas obligaciones pendientes de aplicar al presupuesto fueron inexistentes en los concellos de Arteixo, Culleredo y Oleiros. En este último caso, el municipio pasó de ser el tercero de la provincia coruñesa con más pagos pendientes en septiembre de 2019 (en el tercer trimestre), a tener cero euros al trimestre siguiente, en diciembre saldó todo.

Los mayores saldos de estas operaciones pendientes de aplicar al presupuesto en el área metropolitana, tras A Coruña, son los de Cambre con 735.527 euros en facturas pendientes y Sada con 668.905 euros. En Betanzos fueron 138.109 euros y en Abegondo 11.294. En el resto de la comarca, cifras poco significativas (16.993 en Bergondo, 73.168 en Carral).

Otros concellos del segundo cinturón comarcal como A Laracha, Curtis, Coirós y Vilarmaior, también cerraron el pasado ejercicio sin un euro sin abonar. Miño, con una situación financiera que estuvo muy crítica, no tuvo más que 11.369 euros en facturas al acabar el año.

Hacienda controla este saldo 413 para evitar un exceso de desviación presupuestaria.