El parón de casi toda actividad a causa del confinamiento por el coronavirus también repercute en las administraciones locales y el Gobierno de Oleiros prevé "tener que ajustar el presupuesto" de 2020, tras entrar en vigor hace poco más de quince días. Así lo anunció ayer el alcalde, Ángel García Seoane, que recordó que las dos subastas públicas de parcelas municipales que estaban en marcha fueron suspendidas por esta situación, al igual que el resto de licitaciones, lo que deja al Concello sin un importante ingreso.

El presupuesto de 2020 preveía una inversión de 6,5 millones de euros que se preveía financiar en su mayoría, el 56% del total, con la recaudación por la venta de suelo municipal. Las perspectivas una vez que se levante el confinamiento tampoco permiten ser optimistas porque "la gente no puede comprar", mucha gente ha perdido o perderá su empleo y se impondrá además el ahorro. El impacto en Oleiros es importante también en la construcción, con un gran número de urbanizaciones y edificios en construcción parados y que previsiblemente tardarán en venderse.

García Seoane también señaló que hay empresas contratada por el Concello que realizarán ERTE, como las escuelas municipales, pero aseguró que cuando termine el confinamiento "volverán a contratar de inmediato a todos, sino se irán fuera". Seoane recordó que tiene a "1.500 personas trabajando para el Ayuntamiento" y respecto a las críticas de trabajadores como los de la nave de servicios aseguró que son un sector esencial y tienen que trabajar al igual que hace él mismo. "¿Es que hay una máquina para hacer billetes?".

"Se quejan de tener que ir a trabajar, falta más. Si alguno no quiere trabajar que vaya para casa que ya se contratará a otro. Hay trabajo que hacer, limpiar las calles, mantener zonas verdes, averías, alumbrado. También yo me puedo contaminar, y si me contamino, que me den por saco", afirmó. El regidor criticó a concellos de la comarca que se dedican a utilizar las ambulancias y patrullas de Policía y Guardia Civil a felicitar cumpleaños a niños, una iniciativa que no parece muy racional. "Este no es el momento de hacer verbena".