El habitual trasiego de gente por las estancias de las dependencias públicas de los concellos se ha esfumado temporalmente. La alerta sanitaria provocada por el coronavirus ha obligado a la Administración pública, en la que casi todo el trabajo se realiza de forma presencial, a reinventarse en muy poco tiempo para poder hacerlo por medios telemáticos. Esta tarea recayó en los departamentos de informática, que se encargaron de proporcionar a las plantillas municipal un sistema para que desde sus casas puedan acceder a sus ordenadores de su puesto de trabajo y así poder continuar sus labores.

¿Cómo se han adaptado los trabajadores a esta nueva situación? Antes de estallar la alerta sanitaria, Romina Trigo, era una de las personas que estaba casi siempre en el registro del Concello de Arteixo para atender al público, con sus diferentes peticiones. Ahora está en su casa y desde allí continúa con sus tareas. Ahora todos los registros se realizan de forma telemática. Relata que hasta ahora le ha ido "muy bien" con esta forma de trabajar y que es una "buena opción para conciliar la vida familiar" porque "no dependes de estar físicamente" en las propias dependencias municipales. Como desventajas, considera que "se pierde el trato directo con la gente, las anécdotas y sobre todo el ambiente laboral y los compañeros", a los que asegura que echa de menos "mucho".

En Arteixo están en funcionamiento el registro telemático, el correo electrónico y la sede electrónica, además del sistema de intercambio con otras administraciones. Esta trabajadora señala que el trabajo es "igual que antes", pero sin atención al público. Con el paso del tiempo, los vecinos y las empresas se han acostumbrado a no acudir físicamente a las oficinas de la Administración y a realizar sus gestiones por internet. Romina Trigo señala que "a medida" que avanzan los días "se nota" un incremento en el número de registros que deben atender. "La gente que antes lo hacía de manera presencial, ahora manda un correo", asegura.

En el mismo ayuntamiento trabaja Diego Souto, que se encarga, entre otras cosas, de mantener actualizada la web municipal con diferentes informaciones y de las redes sociales del Concello. En su caso, antes debía acudir todos los días a su puesto de trabajo en el centro tecnológico, en Sabón. Ahora está en su domicilio. Explica que antes de que empezase la crisis sanitaria ya tenía pensado trabajar "desde casa" en cuanto lo aprobase el Gobierno arteixano. Para él esta opción es la mejor para desarrollar sus funciones, aunque en condiciones normales también debería acudir algunos días a Arteixo para diferentes tareas, no siempre le sería posible quedarse en su casa.

"Curro como siempre, pero un poco más de horas", relata. Ahora debe proporcionar información a los vecinos sobre cómo está la situación del coronavirus y otra información de interés como pueden ser los horarios de los autobuses o el pago de tasas. En redes sociales también intenta dar un toque de humor para combatir tantas noticias negativas. Souto indica que publica "un post cada media hora" para mantener a los residentes arteixanos al día de lo qué ocurre. Además, parte de su tiempo lo dedica a contestar preguntas que la gente realiza en las redes sociales.

En el caso del Concello de Arteixo, cuenta con una plantilla total de 275 empleados. Solo 90 acuden a su puesto de forma presencial en la actualidad. Es el caso de Policía Local, Protección Civil, la recogida de basura, la limpieza viaria, el servicio de aguas y algunos administrativos. El resto desempeña sus funciones desde su casa mediante el teletrabajo.

La crisis sanitaria también ha obligado a cambiar parte de su rutina a los políticos. Es el caso del alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, que detalla que ahora las mañanas las dedica en buena medida a mantener videoconferencias con sus compañeros del Gobierno local y de la Diputación coruñesa. Por las tardes intenta "pasear por todas las parroquias" en coche para ver qué problemas existen y también a su familia, según explica. "Intento mantener la misma rutina, de levantarme a la misma hora", afirma.

El teletrabajo no es nada nuevo para el regidor cullerdense, que ya en su portátil particular ya tenía un sistema habilitado para firmar las resoluciones que fueran necesarios antes de arrancar esta crisis sanitaria. "Es habitual verme parado en el coche con el portátil para firmar", detalla. En el caso de Culleredo, Rioboo asegura que actualmente cuenta con cerca de 100 licencias para que los trabajadores municipales trabajen desde sus casas.