La Semana Santa doméstica a la que obliga el coronavirus puede celebrarse según la dedicación, el interés o el ingenio de cada creyente. En Coirós, Antonio José López Seoane y su hijo Antonio, de 12 años, han trasladado su experiencia como cofrades a su afición por las figuras de Playmobil, con la que ayer recrearon a modesta y pequeña escala el Domingo de Ramos. Padre e hijo reprodujeron hace una semana otra celebración local, el lanzamiento del globo, y ahora han puesto su imaginación al servicio de la Semana Santa para celebrar la llegada de Jesús a Jerusalén. El niño se ha encargado de recrear la salida de la procesión desde la iglesia de Santo Domingo.