La avenida de los Bosques, en Arteixo, es desde hace tres semanas la calle con más marcha del municipio entre las 20.00 y las 21.00 horas. En esta franja horaria, la tranquilidad y el silencio que reina el resto del día desaparecen por completo para dar paso a un rato de música y diversión para olvidar la crisis sanitaria del coronavirus. Es tal el buen ambiente que incluso en una de las calles paralelas, Ría de Viveiro, se ha querido sumar a esta particular fiesta. Ahora estas dos vías están decoradas como si de las fiestas patronales se tratasen. Los residentes colocaron banderitas y otros adornos como luces navideñas.

El responsable de poner la música todas las tardes es Miguel Santos, un profesor de piano que vive en la avenida de los Bosques. Decidió rescatar de su trastero un bafle, un amplificador y poner canciones. "Es un modo de hacer más llevadero el confinamiento en casa", señala. Poco después de empezar el estado de alarma, este vecino puso la canción de Resistiré y vio que "la gente agradeció mucho el poder escucharla" y a partir de ahí este ambiente de fiesta se convirtió en una tradición, según relata Santos.

Después se unió la calle Ría de Viveiro, para lo cual fue necesario lanzar un cable para conectarlo a un altavoz de un piso de un vecino. También lo intentaron en la calle Ría de Pontevedra, pero con menos suerte. Se rompió el altavoz.

Música, felicitar cumpleaños y aniversarios de boda, hacer la ola y encender las linternas de los móviles. Esto realizan estos vecinos. Un día se puso a llover y sacaron los paraguas por la ventana y cantaron el tema de Cantando bajo la lluvia.