Aplicar las herramientas y rutinas que enseña Anhida (Asociación de padres de Niños con Déficit de Atención con o sin Hiperactividad) -con sedes en O Burgo y A Corveira y que atiende a usuarios de toda la provincia- da resultado, según han comprobado las familias usuarias en este confinamiento, asegura la presidenta, Pilar Castiñeira. La entidad mantiene sus servicios, adaptados a formato online, y hasta ha creado un canal de YouTube, aunque Castiñeira admite toparse con especial dificultad para las sesiones de logopedia. La presidenta pide no señalar a los niños con discapacidad que necesitan salir de casa, exige a la Consellería de Educación "una orden clara para todos los centros" y garantiza que las familias seguirán recibiendo atención, aunque se hayan quedado sin recursos para pagarla.

¿Cómo continúa su actividad Anhida?

Continuamos en función de la demanda de los socios. No vimos viable dejar a la gente mangada. Muchas asociaciones cerraron, lo aconsejó Política Social. Una persona de la asociación es informática y gestionó todo: redes sociales, Skype, herramientas online... para hacer la atención psicológica, la reeducación pedagógica y los talleres grupales. Lo que decayó mucho es logopedia.

¿Sí?

Es muy difícil, y además son pequeños, de Primaria. Es la parte que nos quedó más descolgada. El resto se va retomando, y nunca decayó de todo. La gente ha respondido muy bien. También ideamos un canal de YouTube en el que nuestros profesionales suben vídeos y propuestas. Hay que aprovechar para fomentar las relaciones entre la familia, que nunca tenemos tiempo para los niños.

Sus usuarios, sobre todo los que tienen hiperactividad, serán de los que más sufran, ¿no?

Nuestros chicos están tan acostumbrados y tienen tantas pautas adquiridas que pocas veces hemos tenido que intervenir a nivel familiar en este tiempo que llevamos confinados. Tengo que felicitarlos. Si alguno tiene una duda o preocupación o una situación de estrés, tienen el teléfono de la psicóloga, pueden llamar libremente todo el día ,y se hace una intervención. Pero están respondiendo bastante bien. Tiene más problemas la gente del espectro autista.

¿Tienen algún usuario así?

Tenemos chicos con TDH y también trastorno del espectro autista, sobre todo asperger. Pero sobre todo trabajamos con TDH. La gente está tan trabajada... Pensé que iba a ser peor y estoy orgullosa de mis socios, que han adquirido muy bien las pautas para convivir. Está siendo positivo. Más problema es con los centros educativos.

¿Por qué?

No hay una orden clara de la Consellería. Unos centros trabajan por email; otros, por Abalar... Cada dentro de forma diferente, y como también apoyamos en reeducación pedagógica, mis profesionales están trabajando 12 horas diarias. Están respondiendo con muchas horas, totalmente voluntarias, sería impagable. Ahora mismo mucha gente se ha quedado sin trabajo y no puede pagar.

¿Y les siguen atendiendo?

Algunos se quedaron los dos padres, otros eran autónomos, otros están con un ERTE... Y no puedes dejar a la gente en este momento sin atender. Con la gente con la que ya estaban trabajando, no los hemos dejado tirados, por supuesto. No puede ser que niño que de sin atender porque la cosa esté como está. Nuevos no metemos, necesitas crear un vínculo y relación para la psicología. Pero con los que estaban hay continuidad, tengan o no recursos para pagar las citas. Todos tenemos que apoyar, ¿no?

Parece que no quedará otra.

Vamos a tener que estar mucho tiempo todavía. Nos preocupa mucho la parte de los centros educativos. Necesitan una orden clara de si evalúan la tercera evaluación o no... Sé que trabajan muchísimo la inclusión, y me falta como una orden clara. Los niños se frustran.

¿Cómo afecta a los niños con asperger?

La mayoría tienen la discapacidad, con lo que sí pueden salir a la calle a dar una vuelta. Tienen muchas rutinas adquiridas. Alguno tiene que trabajar en la misma mesa y la misma silla. Al perder la rutina ahora lo pasan muy mal. La gente no entiende que hay mucha gente que es diferente. No puede ser que un niño tenga un problema emocional y se nos vaya de las manos cuando salgamos de aquí. Y lo peor son los policías de balcón. Llamar la atención a una madre que sale con el niño para tirar un día más... Y distinguir a los chicos con problemas con una pañoleta azul... ¿Hablamos de inclusión y quieren señalar a la gente con algún tipo de dificultad? No puedes marcar a los niños y que todo el barrio sepa que este niño tiene un problema. De este confinamiento vamos a salir y va a seguir la vida.