"Como en la calle" aplauden los presos de varios módulos de la cárcel de Teixeiro cada tarde a las 20.00 horas a los sanitarios. "Ven la tele y se les contagia", explica el director de la prisión, José Ángel Vázquez, quien asegura que la prisión se mantiene por ahora sin reclusos contagiados ni con síntomas y con dos funcionarios infectados. Incrementar las medidas de higiene y realizar desinfecciones, suspender las visitas y actividades de entidades externas y poner en cuarentena a los trabajadores con familiares contagiados y a los internos que llegaron de permiso o vinieron detenidos durante el estado de alarma son las principales medidas para intentar mantener la prisión libre del coronavirus.

El director asegura que los reclusos se muestran comprensivos con las "restricciones de sus derechos" que implican las medidas contra el coronavirus. "Se ha intentado paliar con mayor número de llamadas y con más facilidades para los ingresos en sus cuentas de peculio y, ahora, con videollamadas", afirma Vázquez. "También están preocupados por sus familias y seres queridos que tienen fuera y están resignados. Se han suspendido las visitas y los vis a vis, pero no hay incidentes por eso. Además, los que tienen permisos y pueden salir, no los están disfrutando. Los recuperarán después. El comportamiento está siendo bastante bueno", asegura el director. Apunta que algunos incluso prefirieron no salir por no pasar sus días libres confinados en sus casas y, a su vuelta a la prisión, tener que estar en cuarentena.

El reconocimiento del trabajo de algunos por la seguridad de todos se manifestó también con los efectivos de la UME (Unidad Militar de Emergencias), que acudieron a desinfectar varias áreas de la cárcel „la cocina no se puede higienizar con ese método„, con colaboración de los internos, y que se llevaron una ovación de los reclusos. También el propio director y los jefes de servicio que lo acompañaron en sus visitas por los módulos para informar a los internos sobre el coronavirus y las medidas que se ponían en marcha para contenerlo fueron recibidos con agradecimiento a sus explicaciones. "Aplaudieron en todos los módulos", asegura el responsable de la prisión.

La desinfección de la prisión ha pasado a manos de los internos que suelen ocuparse de las labores de limpieza, por las cuales perciben una remuneración, señala el director. Cuentan ahora con máquinas. "Se dotó a los módulos de bombas hidráulicas y se formó a los internos con ese destino, los que ya se encargaban antes de la limpieza y cobran una cantidad por eso, para que desinfecten ellos, con las máquinas y una proporción adecuada de agua y lejía", detalla Vázquez. También se reforzó la limpieza con la empresa encargada, que vaporiza zonas como las oficinas de los funcionarios", apunta Vázquez.

Los reclusos que vienen del exterior, tanto nuevos ingresos como regresos de libertades que se produjeron durante el estado de alarma, guardan cuarentena en el departamento de ingresos, en un ala habilitada para ese fin, controlados por los servicios médicos, asegura el director. Catorce internos estuvieron en esa situación de cuarentena, "porque regresaron de permisos o los trajo la Guardia Civil, del total de 1.150 presos", detalla. "A medida que se cumplen los 14 días, van pasando para dentro", señala. De los funcionarios, ha habido "siete o ocho" en cuarentena por familiares que dieron positivo" y dos por estar contagiados, de los 460 funcionarios que son en total. Destaca que varios trabajadores se han ofrecido ha trabajar en días libres si hace falta o algún compañero enferma.

El sindicato CSIF ha denunciado la falta de material de protección de "calidad y cantidad" suficiente para los trabajadores de prisiones en España. Asegura que los medios de protección distribuidos desde el Gobierno central no resultan suficientes y en algún caso se les dieron artículos caducados. Reclaman, además, que se les realicen pruebas diagnósticas.