"Contad un cuento", sugerían las abuelas a sus nietos aburridos, como si compartiesen un antídoto creado antes de que las historias que amenizaban las tardes comenzasen a contarse a través de las pantallas. Contar un cuento recupera posiciones entre las alternativas de ocio cuando el frenazo al ritmo de vida parece tender puentes entre el entretenimiento de hoy y el de hace tres generaciones. Concellos y bibliotecas impulsan iniciativas para que profesionales y aficionados se animen a narrar una historia y lo cuelguen en redes para amenizar la cuarentena a quien, además de leer, quiera escuchar.

Desde Sada se comparten en redes los Microcontos na Biblioteca Municipal, a través de las redes. Una cuentacuentos profesional inauguró las sesiones, a las que se apuntaron más vecinos, entre ellos, dos exprofesores, ahora jubilados. "La iniciativa partió de la Biblioteca Municipal. Empezó con una cuentacuentos que grabó unos vídeos, después se animó una madre con su hija... Lo que querían era animar a la gente a grabarse, para que fuesen los propios vecinos los que amenizasen la cuarentena", explica la concejal de Cultura de Sada, Paola Mondaca.

La Librería Biblos, de Betanzos, ha impulsado en sus redes la sección Contos para despois das oito e vinte. Los relatos en vídeo pueden disfrutarse en las cuentas de Biblos Clube de Lectores.

El Concello de Cambre ha impulsado la iniciativa Relatos desde o fogar, para recopilar historias escritas por vecinos, con su propio nombre o pseudónimo. Además, en sus redes ha colgado un vídeo en el que Charo, trabajadora de la biblioteca municipal Os Templarios, lee para los niños O caracol sen sol, una historia de unión y trabajo en equipo para solucionar problemas, explica.

La biblioteca municipal de Miño ofrece también en redes sociales la narración de cuentos, como O coelliño branco, relatado y cantado por la vecina Laura Cobelo. Propone también juegos sorpresa, como adivinar un libro a partir de la imagen de la portada o descifrar los títulos de diez textos a partir de pistas con iconos.

La Axencia de Lectura Municipal de Bergondo ofrece también a través de sus redes sociales diferentes iniciativas relacionadas con la literatura. Desde sus cuentas, propone adivinar el autor de un libro por la ilustración de, eso sí, con una pista, o facilita un listado de títulos en abierto que ofrece una editorial gallega, con consentimiento de sus autores.

La mascota de las bibliotecas municipales de Culleredo, la Dragona Ramona, también grabó en vídeo uno de sus cuentos, disponible en las redes del Concello.