"Estoy prácticamente siempre con el móvil pegado a la mano", cuenta el alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo. Acude a la Casa Consistorial unas tres horas diarias e intenta realizar recorridos cada día por las parroquias para conocer "a pie de calle" cómo están funcionando los servicios y las tareas de desinfección y cómo se encuentran los vecinos, de que quienes destaca "su comportamiento ejemplar" y asegura que "los fallos son anecdóticos". Avanza mucho trabajo desde casa, con videoconferencias, y, como aspecto positivo, celebra que áreas como Urbanismo avanzan en labores a las que la atención diaria al ciudadano restaba agilidad.

Intenta mantener sus rutinas y su jornada comienza a la hora de siempre. "Como mucho araño media hora, pero a las 8.00 h. estoy en pie", apunta. Despertar a sus hijos, prepararles el desayuno y ayudarles a planificar la jornada de estudio y trabajo escolar son sus primeras labores del día. Después, se pone con el trabajo municipal.

"Mi primer hábito es mirar correos electrónicos y mensajes. Aunque en estos momentos estás prácticamente siempre con el móvil pegado a la mano o con el ordenador. Estoy casi desde que me levanto hasta que me acuesto con el ordenador, el teléfono, llamadas, mensajes de redes sociales con mensajes importantes. No voy muy temprano al Ayuntamiento, avanzo desde casa", explica.

Desde su domicilio realiza videoconferencias, "día sí, día no" con los compañeros del grupo de Gobierno. "Vamos ajustando el engranaje del Ayuntamiento para ver el día a día y conocer cómo vamos a enfocar el futuro", afirma. "Y en mi condición de diputado provincial, también tenemos bastantes horas de videoconferencias, lectura y análisis de cuestiones. Igual que en el Ayuntamiento, es rara la semana en la que no estemos tres días mínimo adelantando temas a través de reuniones de videoconferencias", cuenta.

A nivel municipal, manifesta una "satisfacción total" por el funcionamiento del teletrabajo. Celebra que departamentos como Urbanismo o Promoción Económica y Empleo aprovechan el no tener que atender a los ciudadanos presencialmente para adelantar trabajo, "labores que el atender día a día in situ impide".

El alcalde aplaude también la eficiencia y coordinación de los cuerpos policiales y destaca la gratitud de los mayores por que el Concello les llamara a todos. "Tenemos que invertir en quienes lo necesitan", sostiene. Aboga por aprovechar la experiencia: "Esto es un aprendizaje para los que estábamos preparando ya pliegos para modernizar la Administración electrónica, un paso de gigante". E invita a interiorizar lecciones: "No puede pasar más tiempo sin que un niño del rural tenga los mismos servicios y ventajas que uno de entorno urbano. Y no debe cuestionarse nunca más escatimar ni un céntimo en sanidad pública".