El coronavirus ha modificado nuestra vida e incluso las inmutables fórmulas de las esquelas en prensa. Salvo recordatorios de aniversarios y agradecimientos, la redacción era siempre en presente, hoy se enterrará, para comunicarlo a amigos, conocidos y familiares para que pudiesen asistir. Ahora esta función queda invalidada y muchas esquelas ya se escriben en pasado, se da constancia de que recibió sepelio el día anterior o incluso varios días antes.

Las circunstancias actuales han obligado a introducir nuevas fórmulas a la hora de escribir estos recordatorios en los que ya no importa cuándo ha sido el fallecimiento y no se sabe cuándo será el funeral: "debido a la situación actual de emergencia sanitaria", "cuando finalice el protocolo de estado de alarma" o "una vez solventada esta situación", son algunas de las frases más utilizadas ahora. En algunas incluso se nombra al culpable de todo lo que está sucediendo: "en cumplimiento de las normas de las autoridades sanitarias sobre Covid-19". El virus también se ha colado en las esquelas.

"No, yo nunca recuerdo que se haya cambiando la redacción de las esquelas desde que trabajo en esto, es la primera vez. Son las funerarias las que hemos buscado nuevas fórmulas, aunque normalmente no ponemos que es por el virus, porque ya todo el mundo lo sabe. Ahora ya no tenemos tantos entierros como al principio, bajó un poco. Lo que hay ahora es mucho pésame por correo electrónico, al no poder venir gente", explican desde el tanatorio de La Palloza en A Coruña.

Muchas necrológicas ya incluyen que se reciben las condolencias por correo electrónico, pero pocas se han perfeccionado tanto como San Xulián Tanatorios en Cerceda, A Silva y Tordoia. En su web cada fallecido tiene su esquela en el mismo formato y diseño que las que se entregan en papel y pinchando en cada nombre, aparecen todos los mensajes de pésame enviados por email.

"Os acompaño en el sentimiento, un beso grande", "Desde Suiza, nuestro más sentido pésame", "Vimos la esquela en el periódico y nos causó mucho impacto y mucha pena", "siento mucho no ir pero con las circunstancias que hay en este momento no se puede". La mayoría se disculpan por esto, por no poder acompañar a la familia, ayudarla a pasar el luto, que es una de las funciones principales de un velatorio y funeral. "Lo siento mucho por no poder acompañar", "por no poder hacerlo personalmente, os envío mi más sentido pésame".

"Ha aumentado mucho el envío de correos electrónicos, nosotros imprimimos todos los pésames y se los damos a la familia, es importante que los tengan, aunque mucha gente, en el rural, no se maneja con internet. Es muy triste porque en el rural la gente está acostumbrada, uno va a todos los entierros para que luego le vayan al suyo y se comenta si hay mucha o poca gente en uno. Ahora está todo vacío, y ver eso es muy duro. Murió el padre de una compañera y ella me contaba lo durísimo que fue no poder despedirse. Eso te queda para siempre", explica Vanesa Pallas del tanatorio San Xulián de Cerceda.

Las familias comprenden que familiares, amigos y conocidos no pueden acudir, aunque quisieran, y no dudan en pagar esquelas para agradecerlo: "Dar las más expresivas gracias a todas aquellas personas que por medio de flores, tarjetas, firmas, telegramas o cualquier otro medio le testimoniaron sus condolencias" o "gracias a todas aquellas personas que por medio de telegramas, correos electrónicos o cualquier otro medio...".