La emergencia sanitaria provocada por la propagación del Covid-19 ha llevado al Concello de Betanzos a suspender la XXII edición de la Feria Franca Medieval, prevista para el segundo fin de semana de julio. El Gobierno municipal que lidera la socialista María Barral explica que se trata de una "medida excepcional pero necesaria ante una situación sobrevenida que precisa un esfuerzo colectivo y que seguirá exigiendo una importante respuesta de las administraciones y de toda la ciudadanía en diferentes ámbitos". El Ejecutivo local avanza que todavía no ha tomado una decisión definitiva siobre las fiestas de agosto, aunque ya anticipa que "también se verán muy afectadas".

"Es necesario velar por la salud y ésta debe prevalecer sobre cualquier otra circunstancia" ,apunta el Ejecutivo en un comunicado en el que explica que otras de las causas que motivaron su decisión fueron la "incertidumbre de no saber hasta cuándo se prorrogarán las medidas de aislamiento social y de limitación de la movilidad de la población, así como la suspensión de eventos culturales y festivos" y cuestiones de ti`po administrativo. Y es que la organización de la feria, inciden, requiere un largo proceso en ese aspecto con la apertura de plazos de inscripción de los artesanos, que viene de toda España y de un intenso trabajo de validación y de selección de solicitudes. "Todos estos trámites ya se tendrían que haber iniciado y no se hicieron como consecuencia del Covid-19. El pasado año se recibieron 380 peticiones para cubrir un centenar de puestos", apunta el Gobierno local.

Antes de anunciar la suspensión, la alcaldesa, María Barral, mantuvo una reunión con los portavoces municipales con el fin de consensuar la decisión teniendo en cuenta todas estas circunstancias. Todos los grupos, PP, BNG y PSOE respaldaron esta decisión.

La egidora admite que fue una decisión "muy difícil" de tomar"por el impacto que tiene en la economía local", especialmente en la hostelería y en buena parte del comercio. "En estas circunstancias actuales nos vemos obligados a tomarla teniendo en cuenta, además, que se trata de un evento en el que la participación vecinal de los betanceiros y de las personas que nos visitan es su seña de identidad, y que por tanto, en la lucha que nos queda contra el coronavirus no existe otra opción para una feria, referente y tan multitudinaria como es la nuestra Feria Medieval".

La primera edil explicó que desde el Concello se barajó su aplazamiento y buscar otras fechas, pero "en un escenario imprevisible, ponerse a adivinar o a anticipar qué va a suceder dentro de cinco meses es un ejercicio de irresponsabilidad. Si a eso sumamos el aspecto meteorológico, y todo el proceso de organización de la propia feria, llevarla a otros meses ahora mismo parece inabordable, de ahí su suspensión".

La feria congrega a miles de personas durante los tres días y es uno de los festejos de mayor impacto económico para la hostelería o el comercio de Betanzos. El Ayuntamiento se ha comprometido con las asociaciones de comerciantes y empresarios con las que ha mantenido reuniones en los últimos días a trabajar en la búsqueda de fórmulas para generar actividad y tratar de compensar, al menos en parte, las pérdidas que ocasionará esta situación.

La Feria Medieval tiene un presupuesto de algo más de 70.000 euros, sin contar los gastos que suponen los servicios municipales, de los que el Concello entre publicidad, subvenciones, recaudación por puestos y subastas, recupera unos 50.000 euros. María Barral anunció su intención de destinar esta partida a gastos derivados de las actuaciones que desarrolla o va a desarrollar el Ayuntamiento para intentar paliar las consecuencias de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19.