"Puedes dejar a un lado una moto, una bici, un balón o una raqueta. Pero un caballo es un ser vivo que tiene necesidades vitales como la alimentación y ciertos cuidados", incide el presidente de la Federación Hípica Gallega, Federico Pérez-Lago. Asegura que entre los clubes, que llevan sin ingresos desde el inicio del estado de alarma, comienzan a surgir problemas para asumir los gastos de alimentación y de salarios de los trabajadores, ya que los trabajos de cuidados de varios animales serían "inasumibles" para los propietarios solos, sin ayuda, por lo que tienen que mantener empleados, sostiene, y reclama ayudas para el sector, que tiene en la comarca de A Coruña la zona "más pujante de Galicia", con "alrededor de un 60% del volumen total de la federación, en caballos y jinetes y amazonas".

La federación ha solicitado ayudas a la Xunta. En concreto, a la Consellería de Medio Rural. "Hay que entender que las administraciones están siendo bombardeadas", apunta. "Podrían llegar a darse situaciones indeseables. De momento los clubes están aguantando. Estamos pidiendo que quien tenga necesidad nos lo haga saber. Y hay iniciativas privadas muy bonitas", afirma el presidente y apunta que, para atender a los animales, ahora que no tienen la actividad habitual, hay clubes que incluso han tenido que aumentar plantilla.

Pérez-Lago descarta que los animales sufran consecuencias en su alimentación o sus cuidados por dejar de ser rentables. "La sensibilidad en los clubes hípicos hacia los caballos es muy grande", sostiene. "No es una herramienta de trabajo, es una relación de compañerismo, hay feeling entre jinetes y caballos. Nadie quiere prescindir de ellos. No creo que nadie esté pensando en dejar de cuidarlos o de darles de comer porque han dejado de darle servicio", asegura.