El Concello de Betanzos lleva diez años haciendo proyectos y modificados para construir una senda fluvial entre el Paseo da Tolerancia hasta el campo de Os Caneiros y sigue sin lograr una actuación con todas las garantías de protección para el medio ambiente y la fauna. El último varapalo acaba de dárselo la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático de la Xunta, que ha rechazado que el proyecto se tramite por la vía rápida, la simplificada, así que lo someterá a la evaluación de impacto ambiental ordinaria a causa de su efecto "ambientalmente significativo" y además reclama más documentación, más información, más cartografía detallada y "adecuada".

En una primera versión de este plan se preveía un paseo sobre pilotes encima de un carrizal, una red de alcantarillado al borde del río, poner farolas en zona de servidumbre y situaba una escollera de cemento en Coirós.

La intención del proyecto es darle valor a todo el entorno natural del río y hacerlo accesible, además de instalar una red de saneamiento que evite vertidos al río de más de sesenta viviendas. Sin embargo esta senda de dos metros de ancho en la margen izquierda del Mandeo atraviesa varias áreas protegidas y sensibles, como la Zona de Especial Protección dos Valores Naturais (ZEPVN), la Zona Especial de Conservación (ZEC) Betanzos-Mandeo, con una parte que afecta a un hábitat prioritario (bosque aluvial), con tramos de interés por la presencia de especies amenazadas y dentro de la Reserva de Biosfera.

El informe de la Xunta subraya que dentro del ámbito de actuación existen especies vulnerables y amenazadas como la tórtola, la bermejuela (un pez), la anguila, la salamandra, el desmán (parecido a un ratón), la lamprea, dos tipos de escarabajo (el capricornio y la vacaloura), el escribano palustre y un bivalvo, la ostra perlífera de agua dulce (que está en situación de peligro) y que tiene presencia en el entorno del campo de Os Caneiros.

El proyecto dice que la zona donde se almacenarán los residuos durante los trabajos está fuera de una zona inundable pero Calidade Ambiental asegura que sí está en un área con riesgo de inundación medio y si se produce tendría impacto al dispersar contaminantes. Respecto a medidas como el desbroce y rastrillado previstas en el plan, destaca que tal y como se prevé puede diseminar plantas invasoras y eliminar vegetación autóctona.

La Xunta destaca también una posible "afección importante" al río a causa de las obras de reparación de las rampas de atraque y de las escaleras al campo de Os Caneiros que se prevén, porque se utilizaría hormigón que en el agua es "altamente destructivo". Cree que las medidas preventivas indicadas por el Concello son "insuficientes", y que podrían tener "efecto significativo" en el medio ambiente. Precisa la necesidad de aportar "cartografía adecuada" y asegura que la documentación sobre los elementos del patrimonio cultural presentes en el ámbito no es suficiente.

El proyecto de Betanzos incluye una senda dividida en tres zonas. La primera desde el paseo de A Tolerancia hasta el Camiño de Armea, e incluye demolición de construcciones y cierres de fincas, desbroce y rastrillado, construcción de la senda al borde del río con pavimento de jabre, cierre de losas, y dos pozos de bombeo para eliminar los vertidos al río (en la rúa do Pozo para 21 viviendas y en la rúa dos Ánxeles para 40 viviendas), además de acondicionar la fuente dos Ánxeles.

En el tramo de bosque, desde la fuente de Os Ánxeles hasta el Camiño de Armea, se prevé otro tramo de senda. En la segunda zona, el Camiño de Armea, ya asfaltado, se reparará; y en la tercera, hasta Os Caneiros, se reparará el pavimento de las rampas y las escaleras de acceso al río. Betanzos también tendrá que hacer ahora un estudio de integración paisajística.