Los ayuntamientos costeros de la comarca de A Coruña encaran el verano con posturas diversas sobre la aplicación o no de medidas para prevenir contagios en sus playas. Mientras que Oleiros descarta poner en marcha restricciones para sus arenales, otros concellos como Miño o Bergondo analizan reducciones de aforo o medidas de seguridad y otros aguardan a recibir más instrucciones de la Xunta o el Gobierno central o a observar la evolución de la pandemia.

El concello de Oleiros anuncia que no prevé tomar ninguna medida este verano para sus playas, que figuran cada año entre las más concurridas de la comarca. Miño y Bergondo analizan todavía qué normas aplicar a sus arenales. El Ayuntamiento miñés se plantea medidas como buscar fórmulas para limitar el aforo de público, entre las que sopesa reducir las plazas de aparcamiento disponibles; o reorganizar los accesos peatonales para que unos sean de entrada y otros de salida, de forma que se evite que la gente se cruce "más de lo recomendable". Prevé también proteger el sistema dunar. El Concello de Miño se muestra "cauto" antes de definir sus medidas para que no se queden "obsoletas" dado que "el contexto cambia muy rápido".

En una línea semejante, Bergondo estudia reducir los aforos de sus arenales. Aguarda a conocer las condiciones en que se podrán reabrir las playas y a que se marquen las pautas a seguir. También Arteixo se muestra "abierto" a que el Gobierno central y la Xunta realicen sus recomendaciones, aunque avanza que "playas de referencia, como Barrañán o Sabón, son abiertas" y no suelen registrar aglomeraciones. Augura que los socorristas tendrán que incluir entre sus labores la recomendación a los asistentes de guardar las distancias.

El Ayuntamiento de Sada espera a que los gobiernos central y autonómico se pronuncien. Apuesta por "tener mucho cuidado y tener en cuenta las diferentes características de las playas".

El Concello de A Laracha quiere esperar también a conocer las indicaciones que ofrezcan las administraciones competentes de cara a reabrir las playas. Lo que sí tiene claro el Gobierno larachés es que "la división en cuadrículas sería prácticamente imposible en la playa de Caión, ya que la subir la marea queda muy poco espacio", por lo que estudiará otras opciones.