El Gobierno local de Arteixo aprobó ayer en solitario incorporar seis millones de euros del remanente de tesorería para destinarlos a la ejecución de obras, redacción de proyectos y compra de diverso material. Este cambio salió adelante entre las críticas de los grupos de la oposición, que criticaron la falta de previsión a la hora de elaborar las cuentas, que fueron aprobadas hace dos meses. De este modo, el Ejecutivo ha utilizado desde hace mes y medio 19 de los 23 millones del superávit del que disponía al acabar el ejercicio de 2019.

Entre las actuaciones incluidas en la modificación aprobada ayer destacan los asfaltados, que tendrá una partida de 1,5 millones de euros; mejora de la red de abastecimiento, que supondrá la renovación en la parroquia de Lañas (381.000 euros) y la zona del monte de A Zapateira en la parroquia de Uxes (220.000 euros) o la instalación de contadores inteligentes en el polígono de Sabón (95.000 euros). También hay fondos para la reparación y acondicionamiento de varios caminos rurales (300.000 euros) y para otras actuaciones como la compra de soporte para contenedores (20.000 euros), estudios técnicos (15.000) y proyectos (200.000).

El PSOE votó en contra de la propuesta y el BNG y el edil no adscrito se abstuvieron. Los socialistas no criticaron las actuaciones en sí, sino su urgencia. Consideran que en este momento de posibles rebrotes por el coronavirus es mejor disponer de fondos para actuar en el futuro. "Lo que preocupa al partido socialista es que todavía vamos a tener que actuar para ayudar a la gente", afirmó su portavoz, Martín Seco. Explicó que estas obras podrían llevarse a cabo "en el próximo presupuesto municipal".

El portavoz del BNG, Xurxo Couto, criticó la "falta de previsión terrible" del Gobierno local con este cambio del presupuesto. "El presupuesto fue aprobado en marzo. Es indicativo de cómo se hacen los presupuestos", aseguró. El edil señaló que su grupo se abstuvo por considerar que había alguna actuación que sí que era necesaria.

El concejal no adscrito, Antonio Patiño, afirmó que la incorporación de esta financiación "adolece de toda lógica porque rompe con la estabilidad y sostenibilidad financiera" y que deja patente que el presupuesto aprobado en marzo se ha quedado "desfasado".

El alcalde, Carlos Calvelo, explicó que son "actuaciones que demandan los vecinos" y que tuvo que adaptar las actuaciones tras estallar la crisis sanitaria. Además, aseguró que el Ejecutivo local no tiene ningún "interés electoral" al realizar este cambio en el presupuesto.

El otro asunto que abordó el pleno fue la aprobación de la segunda línea de ayudas al comercio, que está dirigida a los negocios que no hayan interrumpido su actividad y que hayan sufrido una bajada de la facturación superior al 50%. Las ayudas se establecerán por tramos desde 1.000 euros a 1.800 euros.