La entrada en fase dos añade una mezcla de incertidumbre y esperanza a la situación del comercio local de la comarca de A Coruña. La nueva normalidad asoma poco a poco , todavía tímidamente y los propietarios de negocios del área confían en que la apuesta por el pequeño comercio de las últimas semanas se consolide en un cambio de hábitos de los consumidores y no se diluya ahora que, en fase 2, pueden reabrir las grandes superficies. El trato cercano y personalizado y la necesidad de apoyo son las claves con las que los comerciantes locales reivindican que las compras en negocios cercanos se vuelvan lo habitual.

Las garantías de cumplir de modo escrupuloso las medidas de higiene, desinfección y prevención y el reducido aforo son también otro de los valores que el pequeño comercio pone sobre la mesa frente a las grandes superficies, como apuntan asociaciones de comerciantes de Betanzos, Sada, Cambre, Miño, Curtis o Oza-Cesuras. Tras dos meses cerrados y un par de semanas de tímida vuelta a la actividad, el sector en la comarca se muestra cauto a la hora de pronosticar la evolución que experimentarán a corto plazo. Algunos sostienen que los efectos definitivos que dejarán la pandemia y el confinamiento no podrán analizarse hasta que se asienten las nuevas tendencias de consumo y se aleje el miedo al virus, pasos que sitúan después del verano.

Hoy reabrirá buena parte de la hostelería de la comarca y los comercios podrán ampliar algo su aforo. Unos y otros cruzan los dedos. "Yo quiero pensar que la gente va a seguir apoyando al pequeño comercio. Mañana [por hoy] abren las grandes superficies, pero quiero creer que se ha dado un cambio en ese sentido", señala la presidenta de la Asociación O Temple Comercial, Ana Fernández Simoes, quien apunta a trato "personalizado y cercano" como claves del éxito del comercio local. Asegura, además, que los negocios locales cumplen con todas las medidas de higiene y prevención de contagio. "Dejamos la ropa en cuarentena, desinfectamos todo cuando sale cada cliente... Yo ahora mismo me sentiría más segura en un comercio pequeño que en una gran superficie", señala. La presidenta de los comerciantes de O Temple (Cambre) asegura que el sector se debate "entre la esperanza y la incertidumbre". "Esperamos no haber sido solo una herramienta ahora para satisfacer necesidades y que luego se nos olvide", sostiene. Incide, además, en que "muchos compañeros han puesto en marcha mejoras como el servicio a domicilio" y destaca que "en O Temple, ahora mismo, tenemos en el comercio local casi todos los servicios, no hace falta ir a un centro comercial".

Sus argumentos son prácticamente los mismos que esgrime la asociación de empresarios de Oza-Cesuras (Asoce). "Durante el confinamiento muchos negocios siguieron trabajando al pie del cañón y ahora debemos seguir apoyándolos. Si no llega a ser por el comercio de cercanía, en la cuarentena lo habríamos pasado muy mal", subraya Rosa Bahamonde. Esta empresaria, propietaria de una tienda de ropa y complementos, apela a la importancia de "recuperar el negocio de barrio, de pueblo" y "revitalizar el rural". Los socios de Asoce encaran con moderado optimismo y nervios esta segunda fase, en la que reabrirán buena parte de los negocios hosteleros y en el que las grandes superficies reabrirán sus puertas, "Encaramos esta nueva fase con ilusión, con muchas ganas", afirma esta emprendedora, que explica que desde la asociación han repartido entre los negocios asociados un bote de gel y tres mascarillas FFP2 facilitadas por el Concello. La seguridad, dice, es lo primero.

En Asoce, como en el resto de las asociaciones consultadas ayer por este diario, son conscientes de que "toca reiventarse". La pandemia les ha colocado, como al resto de los sectores, en una encrucijada y tienen claro que ahora mismo lo prioritario es garantizar la seguridad de los clientes. Un punto en el que hace también hincapié la asociación de comerciantes o empresarios de Curtis, Sada, Betanzos y Miño.

Todos apelan también a la importancia de poner en marcha campañas de concienciación del consumo en el pequeño comercio, punto en el que hace hincapié especialmente la presidenta de Acebe, Antonia Anido, que ve preciso además más ayuda por parte de las Administraciones. La emergencia sanitaria ha puesto también sobre la mesa la necesidad de actualizarse, de abrirse más al comercio online y las asociaciones van dando pasos. Los de Miño disponen ya de una plataforma que funciona a medio gas; negocios de Betanzos han puesto en marcha Mercabetanzos; Sada y Curtis preparan sendas plataformas digitales para llegar por otras vías a sus clientes y Oza-Cesuras avanza en el servicio a domicilio. Todos coinciden en que toca "ponerse las pilas" para afrontar unos meses cruciales.