"Yo estoy sorprendida para bien, pensé que solo íbamos a vender una camiseta por semana", cuenta Belén Mojón, propietaria de una tienda de moda de Sada y presidenta de la asociación de comerciantes y hosteleros. Es optimista, pero cruza los dedos: "Estamos todos a la expectativa, a ver qué pasa. Hay muchas incógnitas. Creo que veremos la realidad en unos meses, ahora estamos como en una nube". Ella no teme la apertura de los centros comerciales: "No creo que nos perjudique, la gente ahora ve más seguro el pequeño comercio", sostiene. La asociación se muestra agradecida con el apoyo del Concello. "Son los únicos que nos han dado ayudas. Se han portado muy bien", apunta Mojón, que confía en poder celebrar alguna feria a lo largo del verano con las medidas de seguridad preceptivas: "De momento está todo en el aire", explica.