"Va habiendo gente pero piden promociones. Y al cerrar en marzo, por ahora no tenemos ropa nueva de verano más que la que teníamos, hasta dentro de quince días no recibimos más", cuenta el encargado de la tienda de Guess en el centro The Style Outlets. Explica que toman la temperatura a todos los clientes que entran para garantizar que no superen los 37,5 grados y controlan el aforo con alarmas que entregan a cada uno al entrar y deben devolverse al salir.