Vecinos y pescadores llevan varias semanas alertando de la presencia, sobre todo los fines de semana, de "grupos de familias y amigos, hasta treinta o cuarenta personas, un hervidero", en la zona del coto de Chelo, en Coirós.

Miembros de la Sociedad de Pescadores del Mandeo han destacado que los fines de semana hay muchos niños bañándose en el Mandeo e incluso algunos "entran con moto de agua hasta el coto", una situación que denunciaron varias veces ante el servicio de Guardería de la Xunta pero cuando llegan ya se han escapado.

"Los fines de semana esto es un hervidero, y algunos pescadores les llamaron la atención y aún tuvieron más que decirles", destacó un integrante de la asociación. Esta situación no solo ocurre en Chelo al parecer sino en Teixeiro.

Los pescadores recuerdan además que existe una central hidroeléctrica en este curso fluvial y cuando abren las compuertas "y turbinan las dos", el nivel del río puede subir "entre cincuenta y sesenta centímetro de repente", lo que puede suponer un importante peligro para las personas que estén en ese momento en el río y no lo adviertan.

La concesión de esta hidroeléctrica (situada ya en el municipio de Paderne) ha cambiado de manos recientemente según explican los pescadores, que están a la espera de tener un contacto del nuevo propietario para hablar también con ellos y que conozcan el problema que puede causar una crecida de agua en el río si hay gente dentro.

Ahora mismo es temporada de pesca, y los aficionados pueden acudir todos los días menos los lunes y los jueves. Este colectivo lleva días a la espera de pescar el primer salmón de la temporada. Hace unos días la Sociedad de Pescadores sorteó los permisos de pesca para el coto de trucha de Aranga para todo el mes de junio (unos presencialmente y otros por WhatsApp por precaución).

Durante el confinamiento algún vecino de Betanzos ya fue multado por pasear por la zona, adentrándose ya, en el municipio de Coirós, después de sobrepasar Os Caneiros.