El número de contagios por Covid-19 remite, pero aumentan las peticiones de ayudas de emergencia social. Los concellos de la comarca coruñesa retoman poco a poco la actividad presencial y toman ya medidas para reforzar el departamento que, presagian, concentrará más actividad tras la emergencia sanitaria: Servicios Sociales.

Durante los dos meses de confinamiento, los concellos han registrado un importante incremento de peticiones de ayuda, sobre todo de alimentos y para el pago de alquileres o recibos de luz o agua. Encarar la "nueva normalidad" será un reto complicado para muchas familias del área metropolitana y los concellos prevén un aluvión de demandas en los próximos meses, no solo para pedir apoyo económico al Concello, sino también para resolver dudas sobre los trámites para solicitar el ingreso mínimo vital o las ayudas para el alquiler y el bono de cuidados de la Xunta.

"Las demandas son infinitas y vamos muy lentos", lamentaba ayer la concejala de Benestar Social de Sada, Isa Reimúndez (BNG). La concejala explica que el Ejecutivo municipal ya ha dado pasos para reforzar el departamento. "Solo para poder informar de todos los trámites vamos a tener que reforzar", explica la edil, que incide en que hay muchas personas, especialmente mayores, a las que les cuesta realizar los trámites de forma telemática y que recurren al Ayuntamiento para que les ayude con los trámites de solicitud de ayudas de otras administraciones, como el ingreso mínimo vital. El Concello prevé además un importante incremento de las solicitudes de ayudas de emergencia social. Solo durante el primer mes y medio de confinamiento, el Ayuntamiento dio mismo que el año pasado en seis meses.

En Arteixo, el Concello ha advertido también un "fuerte" repunte de las peticiones de ayuda: "En lo que va de año ya se ha superado el gasto en emergencia social de todo 2019", apunta un portavoz del Ejecutivo, que acaba de contratar a una trabajadora social y a dos empleados temporales para atender "la gran demanda".

Servizos Sociais de Culleredo también está "saturado", explica Sandra García, una jefa de sección del departamento. La nueva demanda de ayudas, explica, se ha duplicado y "han emergido de manera bestial" las peticiones de personas que "trabajaban en negro" o de familias que se encuentran contra las cuerdas porque no han cobrado los ERTE. "Hemos pedido que se cubran las bajas, que tenemos varias, y una trabajadora social a mayores, que ya está en contratación", explica la jefa de sección, que incide en la necesidad de reforzar el servicio de primera atención y han puesto en marcha un dispositivo especial entre el área de Benestar y formación y empleo para ayudar a los solicitantes del ingreso mínimo vital, dado que a muchas personas les cuesta manejare en redes. Avanza la próxima contratación de un terapeuta una vez entre en funcionamiento el centro de formación ocupacional.

Betanzos ha ampliado el horario de atención de servicios sociales para "cubrir la demanda que está generando esta crisis" y "reducir los tiempos de espera de las familias". Durante el confinamiento, en este municipio se sextuplicaron las peticiones de ayuda de emergencia social: "Pasamos de apenas una decena de familias a unas setenta", explican. El Ejecutivo no plantea de momento una ampliación del departamento, aunque no descarta refuerzos a medio plazo.

Cambre también ha experimentado un "importante incremento en el volumen de trabajo" de Servizos Sociais" y avanza que la posible ampliación del departamento con más personal "está sobre la mesa", aunque tomarán la decisión "una vez que se supere la pandemia". Avanza que el Concello incrementará un 43% la partida de emergencia social para responder al incremento de solicitudes.

Oleiros ha atendido a 164 familias más en situación de vulnerabilidad desde el inicio de la emergencia sanitaria y avanza que ha reforzado las líneas de ayuda, aunque de momento no ve necesario contratar nuevo personal.

Miño ya ha iniciado los trámites para ampliar el departamento con un trabajador social por seis meses para "desatascar" los trámites y agilizar las ayudas, explica la concejala Yolanda Bello, que explica que el mayor repunte de peticiones se registró en las primeras semanas de confinamiento. La demanda de emergencia social en este municipio llegó casi a duplicarse. El Concello retomará ahora la atención presencial y la edil admite que están "desbordados", porque al trabajo pendiente por la suspensión de los plazos se suman los trámites para requerir toda la documentación de las ayudas concedidas durante la cuarentena y las nuevas demandas que tendrán que atender una vez reabran la ventanilla.