Eficaz, divertida y motivadora. Así es la nueva terapia que han empezado a aplicar en el centro Aspace Aspacede Sada con los usuarios que tienen parálisis cerebral. Y todo con una tecnología que cuesta veinte euros y que nace a partir de los videojuegos de realidad virtual pero modificados para el uso terapéutico. "Generamos la participación del usuario, aumentamos su motivación y su adherencia al tratamiento, le empoderamos en las nuevas tecnologías, y al mismo tiempo se divierte", explicó ayer Rubén Carneiro, fisioterapeuta de Aspace que ha impulsado esta iniciativa que ya ha generado interés en otros centros similares y que por el momento ya ha dejado encantados tanto a los beneficiarios como a los profesionales que la aplican. Una veintena de usuarios del centro realiza ahora su terapia con estos juegos.

La unidad de fisioterapia de este centro de atención a personas con parálisis cerebral llevaba ya un año buscando un nuevo enfoque en su trabajo. Los videojuegos eran demasiado complejos y rápidos y el objetivo era adaptarlos, por lo que Aspace se puso en contacto con el Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y Comunicaciones (Citic) de la Universidade de A Coruña para crear juegos terapéuticos, adaptados, que permitiesen la rehabilitación física y cognitiva pero que también fuesen divertidos.

"Compras un juego comercial o una consola como la WII que tiene juegos que te permiten hacer determinadas cosas para adaptarlas al usuario. Desde el Citic podemos desarrollar software para cambiar la velocidad de los objetos o aumentar el tiempo para resolver un problema, por ejemplo. Hacemos de forma fácil y gráfica juegos y programas entretenidos con un enfoque terapéutico, pensando en qué características se pueden cambiar en función del usuario y la actividad terapéutica que se va a trabajar", explica el subdirector del Citic, Javier Pereira, que ha trabajado en este proyecto junto a Adriana Dapena.

"Son videojuegos enfocados a la terapia, no al ocio. Se hace una valoración de cada usuario y vemos qué necesita mejorar cada uno, por ejemplo el equilibrio, y adaptados el videojuego a eso. Es lo mejor de esto, que puedes modificar los parámetros del videojuego in situ, en el momento en el que está con ellos, puedes programar otros parámetros si es necesario.", subraya Rubén Carneiro, fisioterapeuta en Aspace junto a Laura Quiroga.

"Puedes hacer un juego sencillo para mejorar el equilibrio, que engancha además. Una pelota en la pantalla para mantener sobre una tabla. Y se puede adaptar, cambiar los parámetros del juego para sea ni muy fácil ni muy difícil", añade Javier Pereira.

"Esto es algo complementario, no dejamos de hacer la fisioterapia convencional, pura. Esto es para conseguir un mejor aprendizaje y porque están más motivados. A veces tienen problemas de movilidad y no pueden manejar un teclado o un joystick y con esto sí pueden, y al mismo tiempo trabajan equilibro, control cefálico, tareas bimanuales... No todos los usuarios pueden ser beneficiarios, depende de sus características", apunta el fisioterapeuta.

"Hay personas que llevan desde los dos o tres años de vida con fisioterapia y darles algo nuevo, que además es un juego, hace que vengan más contentos y además es muy bueno para su cerebro, se establecen conexiones neuronales más rápidas", agrega Carneiro. Y lo mejor de todo es el precio. "El dispositivo vale veinte euros. Y la programación es de la web del Instituto de Massachusetts que es gratuita. Y hay otro dispositivo que son catorce euros", añade. En el Citic estos fisioterapeutas realizaron la formación en programación, "muy sencilla", y elogiaron el "trabajo en equipo" con este centro de la Universidade.

"El objetivo es que los profesionales utilicen un programa de rehabilitación que enganche más al usuario, más divertido. En vez de mover la mano diez veces arriba y abajo, ves en la pantalla que si lo haces coges un pájaro, por ejemplo. Con diversión se aumenta la adherencia al tratamiento", afirma el subdirector del Citic.