El Consorcio As Mariñas debatirá hoy en pleno un modelo de ordenanza que permita armonizar las normas de cada concello y unificar las sanciones por vertidos incontrolados y depósitos de residuos en la vía pública. El texto que hoy se votará prevé imponer sanciones de entre 60 y dos millones de euros por incumplir la normativa, que pretende "garantizar unos mínimos de salubridad y ornato".

La ordenanza tipo distingue infracciones leves, graves y muy graves. Entre las leves figura abandonar, depositar, derramar o eliminar residuos en vías públicas, márgenes de ríos, carreteras o caminos y solares públicos o personales, de forma incontrolada y con incumplimiento de las reglas, cuando se trata de residuos derivados del consumo privado. La misma infracción se considera grave si los residuos no proceden de consumo privado y no suponen un peligro para la salud de las personas ni un daño para el medio ambiente. En caso de que los restos amenacen la salubridad o entrañen afección medioambiental, se considera una infracción muy grave, que podría ser sancionada con hasta dos millones de euros. En el caso del incumplimiento leve, podría conmutarse la multa por servicios de limpieza en la vía pública.

Situar vehículos frente a contenedores de forma que dificulten la recogida, mover o trasladar los colectores de su emplazamiento, manipular residuos después de ser depositados en contenedores, tirar residuos fuera de horas o lugares habilitados, incinerar residuos fuera de las instalaciones autorizadas o no comunicar la presencia de un animal muerto en la vía pública se clasifican también como infracciones leves.

El texto propuesto distingue como infracciones graves tirar residuos sanitarios, de obra o procedentes de hostelería en recipientes no normalizados; abandonar cadáveres o restos de animales en la vía pública o en contenedores; inhumar o enterrar restos de animales; incinerar animales a título particular; y verter restos de construcción en la vía pública o terrenos particulares. Las infracciones consideradas graves son: ensuciar espacios públicos con actos vandálicos; recoger, transportar o aprovechar residuos sin la debida autorización o entregarlos a quien se dedique a ello; no informar del origen, cantidad y características de residuos que puedan dañar el medioambiente en su transporte o tratamiento, y tirar residuos peligrosos para la salud o el medio ambiente en espacios protegidos.