El pleno de Oza-Cesuras aprobó con los únicos votos del Gobierno local una modificación de la ordenanza reguladora del Impuesto de Construcción, Instalaciones y Obras (ICIO) para incluir, entre otros extremos, una bonificación del 95% del tributo para la construcción o reforma de inmuebles que estén destinadas a vivienda habitual o permanente durante un periodo mínimo de tres años. Es decir, siempre y cuando el sujeto pasivo se empadrone en dicha vivienda por un periodo mínimo de tres años.

Para "paliar la posible pérdida de recaudación" derivada de esta rebaja, el Ejecutivo ha aprobado subir el tipo impositivo del 2% al 3,40% y, además, suprimir la bonificación del 95% a construcciones, instalaciones u obras declaradas de "especial interés por concurrir circunstancias sociales, culturales, histórico artísticas o de fomento de empleo", como las dirigidas a implantar actividades que creen puestos de trabajo.

El Gobierno local que preside el popular Pablo González argumenta que el cambio de la ordenanza del ICIO responde a la necesidad de "evitar" la merma de habitantes" y "conseguir mantener la población por encima de los 5.000 habitantes". Como ya informó este diario, el ayuntamiento fusionado pierde cada año población y se acerca ya peligrosamente a la barrera de los 5.000 habitantes, el límite de viabilidad que establecían la Diputación y los extintos concellos de Oza dos Ríos y Cesuras cuando gestaron la alianza. Según la última actualización del padrón, Oza-Cesuras tiene 5.101 habitantes. Superar los 5.000 censados fue precisamente el principal objetivo de la fusión, dado que permite incrementar la recaudación de los tributos del Estado. Bajar de escalón no solo reduciría ingresos, sino que obligaría a recortar sueldos políticos.

El PSOE se abstuvo en este punto, aunque expresó su desacuerdo con que se supriman impuestos para atraer población y advirtió de que esta propuesta "redundaría negativamente en las arcas municipales". "Hay otras maneras de hacer atractivo un municipio, como cuidar y restaurar su patrimonio cultural y potenciar los parajes y paisajes naturales", defendió su portavoz, Pilar Pedreira. El BNG votó en contra y criticó que el Ejecutivo municipal pretenda incrementar el censo a costa de subir el ICIO "un 70% para cualquier obra que no sea destinada a vivienda habitual". Su portavoz, Estefanía Busto, criticó además la supresión de la bonificación de un 95% para construcciones, instalaciones u obras de especial interés o utilidad municipal, "incluidas las explotaciones y pequeñas empresas que antes tenían una bonificación por creación de puestos de trabajo que ahora se suprime". El BNG defendió también otras formas de fijar y atraer población: "El problema demográfico de nuestro municipio no es derivado de la presión fiscal, sino de la falta de servicios, transporte, oferta cultural o de ocio o oportunidades de empleo", argumenta Busto. El alcalde defendió la conveniencia de esta medida e incidió en que los ya empadronados también se beneficiarán de este descuento.

Controvertido pleno telemático

Otro punto que generó las críticas del PSOE fue que el Ejecutivo convocase a la oposición a un pleno telemático y que pese a ello, todos los concejales del Gobierno local salvo uno celebrasen la sesión "conectados desde la Casa Consistorial". "Nos parece una actuación que roza la falta de respeto. Somos socialistas, no apestados. Nosotros hemos asistido al pleno desde nuestras casas, mientras ellos consideran que el Ayuntamiento es su casa" critica Pilar Pedreira.