La Xunta acaba de licitar por 1,2 millones la ampliación de la planta de tratamiento de agua potable de Betanzos, una obra anunciada ya en 2016 y que todos las administraciones consideran urgente para garantizar un correcto servicio de abastecimiento. Los trabajos sufrieron varios aplazamientos desde su anuncio hace ya cuatro años, en vísperas de las anteriores elecciones autonómicas. El proyecto, que puede consultarse en el perfil del contratante de Augas de Galicia, revela hasta qué punto es necesario renovar una ETAP que fue construida en 1993 y que abastece a la práctica totalidad del municipio.

"En la actualidad la planta se encuentra al límite de su capacidad de producción real y el agua tratada no presenta las condiciones óptimas", reconocen los técnicos de Augas de Galicia que detallan, entre otras anomalías, que no se realiza poscloración ni la corrección de PH con aplicación de sosa.

El principal problema de la planta es la "drástica reducción de su capacidad de producción de agua potable en ciertas épocas del año", especialmente en épocas de fuertes lluvias por los episodios de turbidez. Una anomalía que, recoge el proyecto, llega a "poner en peligro el propio sistema de abastecimiento de Betanzos".

El proyecto revela también que la línea de filtración adicional construida en 2006 para paliar los problemas ocasionados por los episodios de turbidez "nunca se llegó a poner en funcionamiento" debido a la imposibilidad de dotar a la ETAP de una acometida eléctrica propia.

La necesidad de mejorar el servicio de abastecimiento en Betanzos lleva años sobre la mesa. En 2014, la Xunta llegó a redactar un proyecto que planteaba la construcción de unas instalaciones totalmente nuevas en la parcela existente, pero no llegó a elaborarse el proyecto constructivo. Finalmente, Augas de Galicia y el Concello firmaron un convenio para ampliar la ETAP existente. Los trabajos estaban cifrados inicialmente en un millón, aunque finalmente resultaron precisos 200.000 euros más que aportará el Ayuntamiento.

Según detalla el último convenio, los trabajos se financiarán en dos anualidades y deberán estar finalizados en 2021. La Xunta destaca que esta obra ampliará la capacidad de tratamiento de agua potable hasta los 120 litros por segundo, lo que permitirá dar servicio a una población de 15.612 habitantes que prevé para el horizonte 2043.