El alcalde de Culleredo, solo en la Junta de Gobierno Local del pasado 8 de junio, notificó la concesión de hasta ocho licencias para instalar piscinas privadas en fincas del municipio. Durante el confinamiento el Concello ya recibía llamadas de vecinos preguntando si el plan general las permitía hacer. Después del papel higiénico y la levadura, el siguiente sueño encerrados entre cuatro paredes parece que fue el de sentir el frescor y libertad de un chapuzón, pero además con seguridad, en piscina privada. El sector de la construcción, instalación, suministro de equipos y cubrición de piscinas vive tal boom que no tiene manos para tanta demanda.

"En más de veinte años de profesión, nunca había visto nada igual, es la primera vez que he tenido que dejar encargos, no tengo tiempo ni de hacer presupuestos, la demanda se ha multiplicado por cien. Gente con la que trato del sector y que vende de fibra me ha dicho que hasta septiembre nada", cuenta Alberto García, gerente de ACG Piscinas, en O Temple (Cambre).

"Las piscinas elevadas, de montaje rápido, tuvimos que dejarlas porque no nos suministran hasta octubre y noviembre, están totalmente agotadas, nunca he vivido nada así en la vida. Tenemos lista de espera", señala Eva Otero, responsable de Tradisco, con sede en A Coruña.

Desde ACG Piscinas aseguran que uno de los modelos más vendidos, que comercializan las grandes cadenas, está agotado "hasta octubre". En la web de una multinacional la marca Gre de piscinas elevadas de acero de pequeño tamaño y precios entre 1.419 y 899 y euros, figuran como "agotado temporalmente".

La demanda es tan alta que supera las existencias y las empresas del sector creen que se mantendrá así al menos un año más, por "todas las que no se han podido hacer este año, toda la gente que se ha quedado sin ella", dice Alberto García.

Las piscinas con las que sí se puede contar son las de obra, para éstas aún se trabaja, pero las empresas están haciendo las que tenían encargadas de antes solamente. "Las de hormigón se montan más en promociones, van ya con la ejecución de urbanizaciones, aquí también hay mucha demanda. Desde finales de mayo la gente no ha dejado de llamar, en cuanto se desconfinó. Se piden de todos los tamaños. La última que nos encargaron, de 6x3 metros.

La gente también encarga cuando ve el buen tiempo, no antes, por lo que ya no las tienen para este verano", afirma Eva Otero, quien ha tenido que desaconsejar a clientes que querían montarlas en terrazas. "Somos aparejadores, conocemos los peligros, ya les decimos que sino, después nos tienen haciendo reparaciones estructurales"

"Las que más nos piden son de 8x4 y 10x4, aunque este año también he instalado otras más grandes", explica Alberto García de ACG Piscinas.

El boom de las piscinas también ha incrementado la demanda en todo lo relacionado con ellas. Teuvento Passivhaus de Guísamo (Bergondo), se dedica a obras de eficiencia energética y rehabilitaciones, pero ha registrado una "gran demanda desde toda Galicia" para instalar estructuras de cubrición de piscinas.

"En Galicia, por el clima, al final es lo mejor, sino en lugar de piscina tienes un charco. Cubierta tienes 26 grados de media asegurados los tres meses de verano, es mejor que una bomba de calor, alargas la temporada y la usas más, le sacas más rendimiento y con las estructuras actuales de cristal, no parecen invernaderos", destaca el gerente de Teuvento, Alberto Vázquez.

El Concello de Culleredo ha confirmado el "aumento considerable" en la petición de licencias para piscinas (la mayoría entre 25 y 38 metros cuadrados) y el "repunte" para nuevas viviendas con piscina, en rural y en promociones en zona urbana y subraya las "buenas comunicaciones" del municipio en la elección de los nuevos vecinos que quieren venir a vivir a este municipio.

Bergondo también ha notado el "incremento" en peticiones de piscinas para las casas, con "preguntas al Concello ya durante la pandemia", y recordó que para las portátiles es necesario "presentar una memoria", por seguridad.