El concurso público de lacería del Concello de Arteixo ha fracasado por segunda vez. Ninguna empresa ha presentado oferta para realizar este servicio, con lo que deberá volver a ser licitado por tercera vez para poder regularizar este contrato, que pasó a ser competencia del Ayuntamiento tras abandonar el Consorcio As Mariñas. La "poca competitividad" existente en este sector y los cambios legislativos que prohibieron el sacrificio de los animales son las causas que aduce el Ejecutivo municipal para explicar que la licitación no haya despertado el interés de ninguna empresa.

El plazo para presentar ofertas para este contrato terminó el pasado 10 de julio. Fuentes municipales confirman que ninguna firma se presentó, con lo que el concurso público vuelve a quedar desierto por segunda vez. El Gobierno local explica que ahora procederá a "examinar" otras licitaciones del sector público que hayan sido adjudicadas para conocer sus condiciones y aplicarlas al caso de Arteixo en una tercera licitación.

La normativa legal cambió en 2017 e introdujo una importante novedad: la prohibición de sacrificar animales recogidos, lo que encarece considerablemente los costes del servicio de lacería al aumentar los tiempos de alojamiento de los animales. Otro problema añadido es que la empresas se encuentran ante una incertidumbre en los gastos que deben asumir al no poder sacrificar a los animales al cabo de un tiempo.

En la licitación que acaba de quedar desierta, el Gobierno local incrementó un 140% el importe anual del contrato de lacería, que pasa de los 75.000 euros que estimaba hace dos años a 179.875 euros (solo en lo referente a recogida y mantenimiento de animales, dado que el anterior concurso incluía también el servicio de control de plagas). También ajustó a la baja el precio por recogida de animal, que reduce a 100 euros frente a los 425 previstos inicialmente, pero ha incrementado notablemente el coste derivado de la estancia, manutención y custodia del animal en el centro de acogida, que cifra en 120.000 euros al año.

El alcalde, Carlos Calvelo, ya había advertido hace dos años del importante aumento del coste que se derivaría de esta ley y reclamado la colaboración de la Diputación para hacer frente a los gastos. La necesidad de dotar de fondos la nueva ley de bienestar animal aprobada por la Xunta ha sido reclamada insistentemente por los colectivos animalistas. Empresas como Servigal, que realiza el servicio de lacería del Consorcio As Mariñas, también reclamó un incremento al alza del contrato para hacer frente a los nuevos costes.