El Concello de Bergondo expresó ayer su "hartazgo" y "preocupación" por la "continua demora" en dos obras que considera cruciales para garantizar la seguridad en la Nacional-VI a su paso por el municipio: la remodelación del cruce de la carretera de Ferrol, en Guísamo, y la reforma del tramo de Cortiñán.

Son dos puntos negros que llevan años sobre la mesa de la Demarcación de Carreteras. El Gobierno local bergondés (PSOE-Alternativa dos Veciños) lamenta que los trámites para ejecutar la glorieta del cruce de Ferrol "se han estancado" desde que en abril de 2019 se resolvieron las alegaciones.

En Cortiñán, afirman desde el Ejecutivo, "la situación es todavía más desesperante" ya que el proyecto todavía sigue en redacción". "Es cierto que con el reciente plan de conservación, mejoraron las condiciones, pero es una solución puntual y necesitamos una definitiva".