Esta familia de seis personas que fue desalojada ayer no es la única que ocupa de forma ilegal una vivienda en Perillo. A unos veinte metros de distancia existe otra en la misma situación. En este caso son dos chicos que llevan tiempo viviendo en la última planta de un edificio, pero según los vecinos nunca han causado ningún problema, ni son conflictivos. Los residentes señalan que hacen su vida, que necesitan la casa y no molestan a nadie. En esta zona de la entrada a Perillo al lado del puente de A Pasaxe existen un gran número de viviendas abandonadas, muchas en muy mal estado, por lo que son objeto de ocupación. Otras, como la Casa Carnicero que está al lado, son joyas arquitectónicas hasta que un día arden.