El ofrecimiento de un edificio de tres plantas de Ledoño para desdoblar aulas y reducir las ratios de los centros educativos que hizo público hace algunos días el Concello de Culleredo no ha sido acogido con demasiado entusiasmo por la Xunta. Tampoco otras propuestas similares realizadas desde A Coruña y varios ayuntamientos de la comarca, que expresaron en los últimos días su disposición a analizar la viabilidad de ceder espacios municipales en desuso para destinarlos temporalmente a aulas y reducir los riesgos de propagación del Covid-19.

A consulta de este diario, la Consellería de Educación defiende que "no es viable en este momento hacer desdobles de aulas de centros educativos en otros edificios de diferentes tipologías": "Impartir clase supone una necesidad de determinada logística y recursos, no solo de espacios vacíos", defiende un portavoz del departamento autonómico, que explica que la habilitación de espacios para funcionar como centros educativos "es compleja" y que lleva aparejada además la coordinación del transporte escolar, la distribución del profesorado y otros servicios, como el comedor escolar.

Son estas razones las que esgrimen desde la Xunta para rechazar, al menos de inicio, ofrecimientos como el de Culleredo o el realizado hace unos días por el Concello de A Coruña, que manifestó su disposición a sentarse a negociar la cesión de espacios como centros cívicos, pabellones, bibliotecas o las instalaciones del centro Ágora o del Fórum. El resto de los concellos del área también se ofrecieron a ceder espacios si fuese necesario.