Protocolos de seguridad de cien páginas, un verano sin vacaciones, luchas contra la Administración, grupos de WhatsApp de ANPA echando humo para buscar ideas y soluciones. Hasta han logrado ofertar judo sin contacto. Las madres, padres y directivas de los centros educativos de Oleiros han realizado todo lo humanamente posible para que arranque el curso escolar con la mayor seguridad para niños y adultos. "El equipo directivo ha hecho un trabajo increíble, desde junio, hablando con la Xunta, atendiendo el teléfono todo agosto, inspeccionando las obras... Han llegado a llorar de la presión, porque es mucha responsabilidad", explicó ayer Sonia Rodríguez de la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) del colegio Luis Seoane de Canide.

Varios turnos para el comedor y para el recreo, organización de nuevas entradas y salidas, uso continuo de mascarilla, todas las aulas con gel hidroalcohólico, división por grupos estables de convivencia en el comedor escolar y posibilidad de llevar la comida para casa, empaquetada, protocolos elaborados por empresas de prevención de riesgos laborales, o prohibición de que los padres entren en los centros (hay que pedir cita), son algunas de las medidas tomadas en los colegios de Oleiros, que están a la espera del nuevo protocolo anunciado para el próximo lunes, sobre todo para saber si podrán ofertar actividades extraescolares y aclarar dudas sobre los "grupos estables" para que se puedan mezclar si respetan la distancia social.

Este centro y el de A Rabadeira en la capital oleirense lograron que la Xunta cediese a las demandas del ANPA y las directivas. La Consellería de Educación ordenó que en quinto de Infantil de A Rabadeira, donde el curso pasado hubo dos grupos, este año se unificasen en un aula, con 23 niños en lugar de dos aulas de 11 y 12. Tras presentar un escrito reclamando que se mantuviese este desdoble, el pasado jueves se lo aceptaron. Ayer sucedió lo mismo con el Luis Seoane: tras presentaron una reclamación escrita el día anterior, la consellería ayer por la mañana les dio luz verde a tener dos aulas de cuarto de Infantil y no una sola con 22 niños como pretendía Educación. La consellería explicó ayer que esta decisión de unificar aulas se tomó por la "bajada de matrícula" y porque el año pasado tampoco se cubrieron las plazas que se dejaron libres para atender posibles incorporaciones tardías. No obstante, al tener personal suficiente, los centros pueden "organizar los grupos como consideren", por lo que se pueden desdoblar aulas.

"Estamos muy contentos de que hayan aceptado, se llevaba peleando desde junio, no es normal que se pida distancia y grupos reducidos y se quiera agrupar a más niños", destacaron ayer desde el ANPA del Luis Seoane, centro donde el Concello realizó obras de acondicionamiento de espacios y la Xunta cambió la iluminación en Primaria .Donde la Xunta cedió fue en el segundo profesor de apoyo, que no habrá.

El colegio Juana de Vega de Nós inicia curso con un protocolo antiCovid de 99 páginas elaborado por la directiva, en el que se incluye un despacho como sala para aislar a alguien con sospechas, por sus síntomas, de tener el virus, mientras espera el traslado, pero también se diseñan salidas y entradas, y se establece un equipo humano anti-Covid. El ANPA de Nós además redactó su propio protocolo, también con casi un centenar de páginas, y lo mismo ha hecho la empresa del catering.

"Hemos conseguido desdoblar dos clases, al utilizar la biblioteca como aula, al no poder usarse. Lo peor son las actividades extraescolares, porque no se pueden mezclar aulas, cuando en el comedor sí que están mezclados. También hemos pedido al ayuntamiento la Finca Tenreiro, para dar clases al aire libre. Todo esto es mucha responsabilidad pero todos están muy volcados. Estamos muy contentos con la respuesta de los padres", señaló ayer Marta Casares, presidenta del ANPA Nós Oleiros.