La dirección del instituto Blanco Amor, en Culleredo, defendió ayer que la decisión de impartir de tarde el Bachillerato fue la que vieron más viable y menos dañina para garantizar la seguridad. Para paliar los trastornos que supondrá la medida, el equipo directivo apuesta por acuerdos con el Conservatorio o con escuelas deportivas y culturales para ofrecer al alumnado actividades en horarios alternativos para favorecer así la conciliación de las familias. Como ya informó este diario, la ANPA y el Concello han expresado su desacuerdo con esta medida que, denuncian, les fue comunicada a "última hora", sin dejarles margen de maniobra. La ANPA y el Ayuntamiento han pedido a la Xunta que valore la viabilidad de desdoblar aulas en los espacios ofrecidos por el Consistorio. El Gobierno gallego parece haber cerrado la puerta a esta posibilidad, y ofreció ayer a los centros la posibilidad de semipresencialidad en el Bachillerato.