La directiva y la asociación de madres y padres (Anpa) del colegio Ría do Burgo de Culleredo valoran actualmente la posibilidad de cerrar el comedor escolar a partir del próximo lunes día 21 debido a que la empresa adjudicataria del servicio ha reducido el número de monitoras de 16 a 12. Hasta ese día la comunidad escolar asegura que tratará de buscar una solución y evitar "esta medidas tan drástica". Así lo decidieron en un consello escolar extraordinario celebrado el pasado lunes. En el comedor hay 287 usuarios y "se borraron ya cuarenta familias" desde que trascendió la reducción de este personal, debido al temor de los progenitores, según confirmó ayer el presidente del Anpa, José Luis López.

El director del Ría do Burgo, Vicente Muñoz, comunicó a las familias que el centro había solicitado a la empresa que aumentase el número de monitoras para poder cumplir mejor con el protocolo sanitario respecto a los grupos estables de convivencia de cada aula. Sin embargo, se han encontrado al iniciar el curso con lo contrario; el anuncio de la adjudicataria de que habrá cuatro monitoras menos, por lo que cada una tendrá que atender a varios grupos a la vez, rompiendo la "estanqueidad" de los grupos burbuja, lo que provocará "una situación de inseguridad absoluta".

El centro advirtió la situación a la Xunta pero ésta le explicó que la empresa cumple el contrato fijado, que indica que son doce monitoras, y si se ponen más, será por voluntad de la empresa.

Ante esta situación, el director ha destacado que la comunidad escolar se encuentra "en desamparo absoluto", ya que los profesores, alumnos y familias tienen la obligación de ajustarse a un protocolo que altera todo el proceso educativo y que asumen a pesar de todo, mientras a la adjudicataria "no se le obliga a cumplirlo".

Los profesores no solo dan clase, miden distancias, establecen rutas de salida y entrada y están pendientes de las medidas sanitarias, sino que además, en el Plurilingüe Ría do Burgo incluso están colaborando estos días en el comedor, como si fuesen monitores, ante la situación generada por el recorte de personal, según han explicado del Anpa, que envió un "escrito de queja" a la empresa que lleva el servicio del comedor. El Anpa además ha tenido que renunciar a organizar sus actividades extraescolares por la situación actual.

El Ayuntamiento de Culleredo, cuya concejal de Educación Jéssica Méndez estuvo presente en ese consejo escolar, ha hecho un llamamiento público a la Xunta para conseguir una "solución urgente" ante la "situación de inseguridad" que se crea en este colegio y ya ha solicitado una reunión "lo antes posible" con la Consellería de Educación.

El Gobierno local subrayó que esta reducción del número de monitoras supone un peligro sobre todo "en los traslados de los turnos, las guardias de los patios y en el funcionamiento en general del servicio".

El Anpa del centro de Infantil y Primaria Sofía Casanova ha comunicado también a las familias que la empresa del comedor escolar ha reducido el número de monitores y ha recortado la jornada laboral de otros.

Los progenitores habían solicitado que la adjudicataria prestase otros servicios adicionales a causa del Covid, como más desinfección y reducción del número de alumnos por monitor, pero tienen justo lo contrario, aunque por ahora no han tomado medidas. Sí han acordado un documento, con otras Anpas del municipio, para reclamar de nuevo un desdoble en la línea de tres años, tras suprimirse una este curso. Al menos en este primer trimestre, también han renunciado a organizar actividades extraescolares.