El Congreso tumbó el Real Decreto que causó la rebelión de alcaldes respecto a la denominada incautación de remanentes (aunque era una transferencia voluntaria), después de descontadas muchas partidas (saldos de acreedores por operaciones pendientes de aplicar al impuesto, devoluciones de ingresos indebidos, abonar las famosas facturas en el cajón, etc.). Los concellos de la comarca, de distinto signo político, han mostrado en general su satisfacción por la paralización de esta medida que les reducía sus recursos y porque la suspensión de la regla de gasto les da oxígeno en un momento tan delicado como el actual a causa de la pandemia, que supone aún más gastos.

La suspensión de cumplir con la regla de gasto es, de momento, para el año 2020, con el fin de que los concellos puedan disponer de su superávit de 2018 y 2019, lo que motivó que el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, criticase ya este acuerdo, porque son años que "ya pasaron". García Seoane fue uno de los primeros en criticar esta "incautación" y ya había anunciado que iba a gastar sus ahorros antes de que se los quitasen. De hecho afirmó que ya había retirado "seis millones" para ejecutar más de cincuenta obras.

La alcaldesa de Betanzos, María Barral, recordó que la actual normativa existente "asfixia" a los concellos y la supresión de la regla de gasto y liberación del superávit "es un primer paso". Agregó que espera que se llegue a un "consenso" para poder dar uso a los remanentes de tesorería y los concellos presionen para eliminar la Ley Montoro, que ha estado años "asfixiando" a los concellos sin dejarlos invertir, a lo que ha animado a sumarse al PP.

El alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, ha destacado que "rectificar ha sido una buena medida", porque este decreto "agravaba los problemas de la Administración local", que es "la más cercana al ciudadano", la que asume ya "competencias que no le corresponde sin una financiación especifica". Calvelo destacó que los ayuntamientos son los que deben decidir "de manera autónoma" a dónde van sus recursos" precisamente porque son los que "mejor conocen las necesidades de sus ciudadanos.

El regidor de Sada, Benito Portela, afirmó que se trata de "un primer paso" aunque "totalmente insuficiente" para los concellos y reclamó que también se estudie la suspensión de la estabilidad presupuestaria debido a los gastos extraordinarios de los concellos a causa del impacto de la pandemia y la "incerteza sobre los ingresos de 2020.2021" (ya llevan dos modificativos de crédito aprobados para aumentar gasto social y sanitario).

El alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, explicó que el Concello está a la espera de "las condiciones" que el Estado pueda imponerles a los ayuntamientos "pero en principio", están "encantados de poder disponer de fondos, tan necesarios en estos momentos para hacer frente a la crisis" por el coronavirus.

Desde el municipio de Culleredo han destacado que la eliminación de la regla de gasto "es una buena medida" porque se quita "un condicionante para la programación de inversiones importantes". No obstante, defiende que "al menos se autorice el uso de un tercio del remanente para actuaciones de calado". En Bergondo afirmaron que esta medida no les supone "grandes cambios" por ahora aunque consideran que flexibilizar la regla de gasto y permitir el uso del superávit es "correcto", y tienen "esperanza" de poder usar el remanente para realizar "inversiones relevantes".

Carral no dispone ahora mismo de remanente aunque ha manifestado que les "alegra" la noticia.