Los vecinos residentes en el entorno y viandantes habituales que crucen el puente de A Pasaxe lo alertaban a finales del mes pasado y ya ha ocurrido: se ha producido un pequeño desprendimiento, ladrillos y cemento de la Casa Carnicero que ardió en julio, y que están en medio de la acera que utilizan los peatones de forma habitual.

Los cascotes caídos no son de la parte alta, que habrían causado un gran peligro si alguien pasase en ese momento por la acera, sino que se desprendieron de la parte baja de una de las ventanas.

El vecindario alerta de que en cuanto caigan lluvias intensas, como la de ayer por la tarde, pueden desprenderse elementos del tejado e incluso podría venirse abajo toda la fachada y causar daños personales. Si se desploma la fachada también caería sobre la propia carretera, por lo que también habría peligro para los conductores.