"Lo que se necesita más bien es un juego de argumentación, en el cual razones motivantes reemplacen argumentos definitivos."

Jürgen Habermas

Ya son demasiadas las ocasiones en las que nuestro país se asoma al abismo de la pérdida de las consignaciones presupuestarias para no perder fondos, de proyectos ya consignados, de inversiones que afectan de modo directo en el día a día de nuestros ciudadanos, concretamente en este caso les hablo del dragado y regeneración de la ría do Burgo que afecta fundamentalmente a los Ayuntamientos de A Coruña, Cambre, Culleredo y Oleiros.

Un proyecto del que ya los políticos llevamos hablando de su ejecución hace más de veinte años, que se encuentra con los fondos presupuestarios aprobados y consignados, el proyecto hecho y el Estado con una vocación inmediata para licitar el contrato a la mayor brevedad posible.

Despejadas las dudas jurídicas, si es que las hubiere de esta índole, tras la reunión entre la Abogacía del Estado y los Letrados de la Xunta de Galicia, en lo que a la incoación del procedimiento de contratación concierne, dado que para licitar el dragado de la ría do Burgo, el Estado necesita tan solo que la Administración Autonómica ponga a disposición los terrenos, lo cual debe producirse libre de cargas, so pena de vicio de nulidad radical, y ello implica la suspensión de los derechos de marisqueo por parte de la Xunta.

No falta sino pues un último empuje en la esfera política.

Estoy seguro de que tanto el Estado como la Xunta de Galicia, al igual que todos los Concellos afectados, buscan y desean que este proyecto de regeneración de la ría do Burgo se ejecute lo antes posible, lo que repercutirá en la mejora y calidad de la vida de los vecinos de A Coruña y su comarca, y por ello en breve podremos despertarnos con la buena nueva de lo que sin duda será una de las inversiones estrella del Estado en este territorio, y que cuenta con una consignación de 48,59 millones de euros.

No sería perdonable que por falta del diálogo necesario y por el empecinamiento de la Xunta en la puesta a disposición de los terrenos, no se pudiese hacer realidad una larga demanda ciudadana como es la regeneración de la Ría do Burgo.

Así pues dialoguemos, argumentemos y motivemos, pero ante todo ejecutemos los proyectos que tan necesarios son para los ciudadanos, olvidando los berrinches de guardería, y anteponiendo siempre el interés general.