En su prolijo recurso de 140 páginas, los abogados de la familia Franco ponen especial empeño en desmontar el relato de hechos históricos que la sentencia considera probados y en intentar invalidar el testimonio aportado por los peritos solicitados por la Abogacía del Estado. Los Franco ponen tachas a todos los historiadores, pero lanzan especialmente sus dardos contra Carlos Babío y Manuel Pérez Lorenzo, autores del libro Meirás, un pazo, un caudillo, un espolio.

Los abogados Luis Felipe Utrera Molina y Antonio Gil Evangelista reprueban a los autores por su "marcadísima significación antifranquista", por su condición de "militantes o simpatizantes del BNG", por su "notorio activismo" en favor de la recuperación del pazo de Meirás y por su "evidentísima parcialidad y subjetividad".

Los letrados no solo cuestionaron la parcialidad de los historiadores, sino que censuraron también que la jueza dé validez a aseveraciones que tienen como base la memoria oral.

El investigador Carlos Babío y Rubén Cela, presidente de la Fundación Galiza Sempre, editora del libro, ofrecieron ayer una rueda de prensa para dar su opinión sobre el recurso y anunciar, de paso, la próxima presentación de la cuarta edición de Meirás, un pazo, un caudillo, un espolio.

Carlos Babío no dudó ayer en calificar de "delirante" el recurso de los Franco. El investigador se mostró especialmente sorprendido del hecho de que uno de los motivos de tacha que alegan los Franco es el perfil "antifranquista": "É inadmisible que a día de hoxe se siga intentando transmitir a idea de que o franquismo é simplemente unha ideoloxía máis. En democracia debería ser xustamente o contrario, non existe posibilidade algunha de compatibilizar ser franquista con ser demócrata", apuntó.

Sobre las críticas al uso de la memoria oral, el investigador ironizó: "Si facemos caso só aos documentos, chegaríamos a conclusión de que en 1936 houbo una epidemia de hemorraxias internas no Campo da Rata". Babío incidió en la importancia de las fuentes orales, "vitales" para entender la realidad en una dictadura. Apuntó además que en el momento en que publicaron el libro no había constancia fehaciente de la escritura de compraventa de As Torres de 1938 entre la antigua propietaria y la Junta Pro Pazo que ha permitido a la jueza concluir que la suscrita en 1941 por Franco fue una simulación. Babío incidió que en su libro hicieron alusión a la posible existencia de este documento de 1938, hallado recientemente por la Abogacía del Estado, precisamente por la memoria oral.

Rubén Cela celebró una sentencia "histórica" , aunque admitió que todavía queda camino por recorrer, en alusión al recurso presentado por los Franco. El presidente de la Fundación Galiza Sempre incidió también en la necesidad de dar más pasos en la recuperación de los bienes "expoliados" y apuntó concretamente a la Casa Cornide, las estatuas de Isaac y Abraham y a los "incautados" por los intereses personales y empresariales al "amparo" de la dictadura.

Babío y Cela aprovecharon la rueda para reclamar nuevamente el archivo de todas las causas abiertas contra los "activistas", en alusión a los denominados 19 de Meirás -los militantes que ocuparon simbólicamente As Torres para exigir su devolución-, y los que participaron en una reivindicación similar en Casa Cornide. Apuntaron también a la causa que sentará el próximo día 26 a Carlos Babío en el banquillo por supuestas injurias.