El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, no se plantea dar marcha atrás en el cese de la directora del colegio Luís Seoane, que fue obligada a dimitir por la demora en informar del abandono de un niño en el autobús escolar.

Las quejas de la comunidad educativa y del Concello de Oleiros, que amenaza con interponer una querella, no han modificado la postura del responsable autonómico que ayer, ante los micrófonos de la Radio Galega, explicó que la jefatura territorial se había enterado "24 horas después" de lo ocurrido, y no por parte de la directora del centro, lo que provocó una "pérdida de confianza": "No se le achaca el suceso en sí, sino que no informase a la Inspección", argumentó.

Rodríguez subrayó que fue el servicio de Inspección, "formado por funcionarios", el que se reunió con la directora del centro y "planteó su dimisión y su cese". El conselleiro admite así que la renuncia fue planteada por la Inspección y no una elección de la responsable del centro. Hasta ahora, fuentes del departamento autonómico se habían limitado a decir que habían "aceptado la dimisión" de la directora, a pesar de que esta docente había dejado claro que no se trató de un acto voluntario.