Familias de alumnos del instituto Rego de Trabe, en Culleredo, denuncian deficiencias en las aulas habilitadas para impartir Bachillerato en el edificio de Mariñas, que hasta el curso pasado formaba parte de la Universidade Laboral. La Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) denuncia que los estudiantes ubicados en esos espacios carecen de línea telefónica e internet, ordenadores para todos los chicos, extintores, alarma y servicio de consejería y exigen a la Xunta que enmiende estas deficiencias de inmediato, traslada el Concello, que muestra su total apoyo a las reivindicaciones de las familias, expuestas en una carta remitida ayer a la inspección de la Consellería de Educación. Demanda que el Gobierno gallego "tome medidas y solucione con urgencia las carencias detectadas en la nueva dependencia habilitada para el centro en la Universidad Laboral". La Xunta aseguró ayer que ha remitido "el equipamiento para poder impartir docencia en este spacio" y que en este momento se está completando la instalación de cableado para el servicio de internet".

La ANPA explica que la insuficiencia de ordenadores para todos los alumnos, en un contexto en que las medidas de prevención frente a la pandemia impiden compartir equipos, dificultan el trabajo y el aprendizaje en la era de la educación digital, señala el Ayuntamiento. También denuncian las trabas y complicaciones que supone el carecer en el centro de línea telefónica e internet.

Las familias denuncian, asimismo, que los alumnos ubicados en el edificio de Mariñas carecen de consejería porque se concede un conserje por cada 350 alumnos, y piden que se adjudique uno para esas dependencias, separadas del resto del instituto del que, desde este curso, dependen. La ausencia de este servicio quedó patente cuando los propios alumnos y profesores tuvieron que trasladar mesas y sillas ellos mismos, según afirman los padres.

La ANPA exige a la Xunta que tome medidas y responda a sus requerimientos. El Ayuntamiento, tras tener conocimiento de estas protestas y la situación en el centro, ha pedido también un encuentro con el Gobierno gallego. En concreto, la concejala de Educación, Jéssica Méndez, ha solicitado una reunión a la Jefatura Territorial de la Consellería para abordar la situación. La edil asegura que comparte "el malestar por las deficiencias manifestadas por los usuarios". Sostiene que "la Xunta debe garantizar escrupulosamente las condiciones adecuadas para la docencia y no estar un mes después del inicio de las clases con carencias". Las protestas marcan el inicio del primer curso en que el edificio de Mariñas depende del Rego de Trabe, igual que marcaron el curso pasado, por la negativa de la comunidad educativa de la Laboral a perder Bachillerato.