Los trámites y plazos que marcan las leyes dan amplio margen para que la naturaleza llegue a convertirse, en fincas descuidadas, en una amenaza para los vecinos. En esta situación se ve Marcelino Penas, residente en A Fraguiña, Bribes que hace dos años sufrió la caída de un árbol en mal estado sobre el tejado de su vivienda, que sufrió importantes daños. Este vecino denuncia que en la actualidad varias fincas que colindan con la suya acumulan de nuevo maleza y una de ellas, la misma en la que se encontraba el árbol que se cayó, tiene de nuevo árboles secos y uno cortado "hace dos años" sin retirar.

"Ya me cayó un árbol en casa hace dos años y va a caer otro", advierte Penas mientras muestra los ejemplares secos y un tocón que sí se cortó cuando un ejemplar se desplomó sobre su tejado. Lamenta también los importantes riesgos de incendios que supone la acumulación de maleza. "En verano hubo varias noches en las que no pude dormir", asegura. Añade, además, que el Concello limpia de maleza un recorrido que da a una finca privada y deja sin limpiar el camino que, afirma, es público, "que tiene entrada y salida".

Penas ha alertado en varias ocasiones de la situación de las fincas que lo rodean al Ayuntamiento de Cambre. El Gobierno local asegura que se han atendido sus peticiones y ha limpiado varias fincas y que ahora tiene pendiente la limpieza de nuevos terrenos sobre los que ha alertado el vecino. El Concello explica que los trámites que prevé la ley obligan a un proceso de notificación a los dueños que retrasa los plazos hasta poder ejecutar la limpieza. Confía en que la adhesión a un convenio con la Xunta y la Fegamp recorte los tiempos.