La zona se llama Vista Alegre por algo. Al enfilar la carretera de A Angustia en dirección a Betanzos el topónimo cobra todo su sentido y se despliega ante los ojos una espectacular panorámica de la ría. Justo en el cruce entre la carretera que dirige al centro de la ciudad brigantina y la que conduce a Sada, en el kilómetro cero de la AC-161, instalaron hace años un banco de piedra que no pasa por su mejor momento. Y eso que se ubica en el punto estratégico, un enclave privilegiado para disfrutar de unas vistas inmejorables del estuario.

El Concello de Betanzos instaló este asiento hace años a petición de algunos vecinos de la zona, pero es raro, muy raro, ver a alguien sentado. Su disposición no ayuda, la verdad. De espaldas a la ría, el que se anime a tomar asiento solo podrá entretenerse contando los coches que suben y bajan apresuradamente por la carretera. Tampoco contribuye a darle uso la colocación a escasa distancia de unos contenedores de basura.

El BNG fue el primero en llamar la atención sobre la extraña disposición de este banco y en proponer algo tan simple como darle la vuelta y cortar las silvas que ocultan las vistas. El Concello de Betanzos ha recogido el guante. A consulta de este diario, el Ejecutivo municipal avanza que pedirá autorización a la Xunta, titular de la carretera, para acondicionar este punto y habilitar un pequeño mirador con las medidas de seguridad oportunas.