Entre el abandono y la maleza sobrevive a duras penas una pareja de joyas modernistas de la comarca en O Graxal. La proliferación de plumachos, especie invasora, en los terrenos aledaños remarca la dejadez que ha minado el conjunto, en estado ruinoso desde hace años. El Ayuntamiento ha abierto expedientes para obligar a los propietarios de las fincas a limpiarlas y, asegura, no se han llegado a imponer sanciones porque siempre han atendido a los requerimientos de desbroce de los terrenos.

La completa erradicación de los plumachos requeriría del uso de productos contaminantes, por lo que el Gobierno local aboga por eliminarlos cuando urbanice el ámbito. El Concello confía en que el desarrollo del sector que posibilita el convenio que se lleva mañana a pleno derive en la pronta recuperación de las viviendas y de su entorno.

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Las Casas Bailly, joyas modernistas pasto de la maleza

El Ayuntamiento vio en ese acuerdo con la empresa propietaria de la mayoría de los terrenos una vía para rescatar a las gemelas de O Graxal, descartada la posibilidad de que las administraciones públicas desembolsasen el elevado importe que costaría devolverles el esplendor perdido.

La vegetación que se observa en el exterior se abre paso también en el interior de las casas. Desde hace años acumulan numerosos desperfectos que amenazan lo que aún queda de ellas.