En su libro Meirás, un pazo, un caudillo, un espolio, Carlos Babío y Manuel Pérez Lorenzo, dedican varios capítulos a abordar el patrimonio cultural que atesoran As Torres. Al legado de Emilia Pardo Bazán que todavía se conserva, como los 3.200 libros que permanecen en la Torre de la Quimera, o las sillas trasladadas a la capilla y que fueron tapizadas por la propia escritora y su hija, se suma el que acumularon el dictador Francisco Franco y su familia durante la dictadura. "Solo tienen valor un cuadro de Madrazo y los retratos de mis padres y el mío pintados por Sotomayor, que son nuestras", afirmaba Carmen Franco en una entrevista en 2008 de la que se hacen eco en el libro. Las reseñas de la época dejan en entredicho en esta información. El periodista Manuel Rodríguez Maneiro afirmaba por el contrario en 1977 que el pazo era "un auténtico museo por las riquezas artísticas e históricas que contiene": "Armas argentinas, japonesas, españolas...., arneses nacionales y americanos; bargueños, esculturas, porcelanas, armaduras, tapices, marfiles, lámparas venecianas, muebles de varios estilos...", describía. Los investigadores Babío y Lorenzo relatan cómo durante la dictadura, el pazo se fue llenando de elementos patrimoniales de toda Galicia: piezas del pazo de Dodro, las pilas bautismales de la iglesia de Moraime, en Muxía, las esculturas del Mestre Mateo,.. El inventario deberá detallar ahora qué queda de todo esto en Meirás.